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Testimonios de profesores - I N F I L

I N F I L > Testimonios de profesores

Las profesoras y profesores que han pasado por INFIL nos hablan de su experiencia, de sus alumnos, de sus expectativas al empezar a trabajar con nosotros:

María Birlea (profesora en INFIL en los cursos 2020-22) comenta:

Conocí INFIL a través de una búsqueda de academias en Salamanca ya que quería buscar trabajo en mi año de máster. INFIL me llamó la atención por ser la única academia que encontré que se centrara en la lingüística y, siendo de mi interés personal, no pude dejar pasar la oportunidad de intentar formar parte de ella. Además, varias personas me habían hablado de forma muy positiva de ella y esto fue lo que me animó.

INFIL ha sido mi primer lugar de trabajo y me ha otorgado la oportunidad de formarme como docente ya que gracias a esta academia he aprendido a enseñar. A nivel personal, me ha enriquecido mucho haber podido formar parte de una academia donde se valorase tanto nuestro trabajo y tuviéramos un muy buen ambiente entre las profesoras. Económicamente, INFIL me permitió poder quedarme en Salamanca (ciudad donde me quería instalar) y pagar todos mis gastos en esta ciudad mientras hacía algo que me gustaba: ser profesora. Y, por último, como ya he mencionado, gracias a esta academia me he formado como docente y he obtenido la confianza necesaria para seguir en este ámbito.

Antes de entrar a formar parte del equipo de profesores/as, estaba un poco asustada ya que nunca me había enfrentado a una situación similar. Sin embargo, las profesoras siempre me han ayudado y me han hecho sentir acogida en todo momento. Lo que más destaco de la experiencia en INFIL es haberme sentido guiada en todo momento y no haberme sentido sola.

Al dejar INFIL, estuve algo triste ya que me daba pena dejar un entorno tan amigable y tan positivo en el cual todas nos ayudábamos mutuamente con cualquier cosa que podría surgir. Me dio pena también dejar el espacio que con tanto cariño se ha construido donde el alumnado podía aprender de forma entretenida.

Dejé de trabajar en INFIL porque soy alumna de doctorado y mi principal objetivo era dar clase en la universidad sobre el área de mi estudio en particular.

INFIL me parece un proyecto maravilloso porque cada año se va reforzando y cambiando para poder mantenerse al día con la necesidad específica del alumnado.

La relación con mis compañeras fue muy positiva, siempre ayudando y dispuestas a enseñarte como funciona cualquier cosa que desconoces. Los descansos también los usábamos un poco para poder hablar entre nosotras unos pocos minutos.

La jefe de estudios es un encanto que siempre está a disposición de hacer todo lo posible porque todo esté bien y no tengamos ningún problema.

El director del INFIL es un magnífico jefe que se preocupa por nosotras y mantiene siempre el contacto directo con cada una. Nos conoce a todas y se preocupa por ti y por cualquier incidencia. El director posee inmensos conocimientos sobre el área de la enseñanza y propone distintas formas de abordar cualquier problema que pueda surgir.

Gracias al método que siguen en INFIL, los alumnos no solo aprenden mucho sino que también lo hacen mientras se divierten y juegan. Los alumnos vienen a clase en general bastante motivados sabiendo que cuando terminen la tarea asignada, se repasarán los contenidos de manera más entretenida. Siempre se aboga por la multimodalidad en el aula y así presentarles diferentes recursos para que todos ellos tengan la opción de hacer lo que les gusta.

Estoy muy feliz de haber podido formar parte de esta academia que se convirtió en una pequeña familia y que fue la primera en darme la oportunidad de formarme como docente. Fue gracias a ellos que yo me di cuenta de lo mucho que me gusta la docencia y poder ayudar a la gente a aprender de una forma más entretenida. Ya sea dando clase a niños, adolescentes o incluso adultos, INFIL me enseñó que siempre hay que buscar las maneras en las que el alumnado se sienta cómodo, contento y, sobre todo, que aprenda mucho durante ese proceso.

Ana Eugenia Calzada (profesora en INFIL en el curso 2011-12) comenta:

Conocí INFIL a través de la Bolsa de Empleo de la Universidad de Salamanca. Antes de trabajar en INFIL había estado en otras Academias y puedo decir con total sinceridad que en ninguna de ellas me he sentido tan a gusto como en INFIL. Desde el primer momento Iñaki hizo que me sintiera valorada. Ese sentimiento, unido a la inestimable ayuda de Lucía, me llevó a sentirme cada vez más motivada en las clases. El ambiente en INFIL es inmejorable; te acogen y te ayudan en todo lo que pueden. Me fui de INFIL para continuar con mi Tesis, pero todavía esbozo una sonrisa cada vez que pienso en mi etapa con ellos. Estoy muy agradecida de que Iñaki me diera la oportunidad de trabajar para INFIL porque fue una de las mejores experiencias laborales que he tenido. Además, aparte del trato personal, me gustaría destacar el método de trabajo de INFIL. Iñaki y Lucía consiguen transmitir a los profesores la pasión y el entusiasmo que ponen en su trabajo y les ayudan a desarrollar un método organizado y efectivo que logra que los alumnos aprendan de forma divertida y amena.

Leticia Antón (profesora en INFIL en los cursos 2020-22) comenta:

Conocí INFIL buscando por internet academias de inglés en Salamanca para enviar mi currículum.
La experiencia ha sido muy satisfactoria a todos los niveles. Al tener grupos reducidos, el trato con los alumnos es muy cercano y, al mismo tiempo, he ganado mucha experiencia al impartir las clases con diferentes niveles y edades. A nivel profesional supuso una gran experiencia porque no me había enfrentado nunca a impartir una clase completa en inglés delante de los alumnos.
La primera impresión al llegar fue excelente, especialmente cuando hice la entrevista con el director y me explicó cómo funciona INFIL. También tuve muy buena impresión de las instalaciones de Villares y de la infinidad de recursos para poder trabajar en las clases.
Me dio mucha pena irme, porque al trabajar con grupos reducidos de alumnos, el trato con ellos e incluso con sus familias es más cercano.
Dejé de trabajar en INFIL porque durante el curso 2022/2023 empecé a prepararme las oposiciones y, unos meses después, a trabajar en un instituto. No quería empezar el curso en INFIL y dejarlo a mitad de curso.
Como habitante de un pueblo de la provincia, me parece un proyecto brillante para que los niños de la provincia puedan tener acceso a este tipo de actividades y no tengan que desplazarse a la ciudad.

La relación con la jefe de estudios fue muy buena. Siempre estaba pendiente de todo y hablábamos muy a menudo para tener todo bien organizado. Con el resto de compañeras no solía verlas, por lo que no teníamos mucha relación.
La relación con el director era similar a la de la jefe de estudios. Estábamos en contacto para organizar todo o para solucionar algún imprevisto.
En mi caso, tuve grupos de niños de Educación Infantil y Primaria. En general son muy buenos niños y sí pienso que aprenden de una manera más entretenida.
Quiero agradecer al equipo el trato que me han dado en los dos cursos que estuve. Y agradecerles que confiaran en mí para este proyecto.

Muriel Lamarque (profesora en INFIL en el curso 2020-21) comenta:

Conocí INFIL a través de una amiga, quien había trabajado para la institución previamente.
INFIL fue una gran oportunidad en múltiples sentidos, ya que me permitió desarrollar nuevas competencias, aprender mucho y conocer más mis capacidades e intereses. Al mismo tiempo, me reconectó con el idioma inglés desde un nuevo lugar ─el de la docencia─, abriendo paso a otras posibilidades laborales que llegarían posteriormente.
Mi primera impresión de INFIL fue muy buena. Me pareció una institución muy seria, organizada, y con una gran dedicación hacia sus alumnos y profesores.
Me dio mucha pena tener que dejar INFIL, ya que llevaba ya un tiempo trabajando allí y lo disfrutaba mucho. La tristeza se vio mezclada con una sensación de gratitud hacia todo el equipo, por todo lo compartido y por haberme permitido formar parte.
Tuve que dejar de trabajar en INFIL porque recibí una oferta laboral en Inglaterra, para trabajar como profesora universitaria.
Me parece extremadamente valioso el aporte que realiza INFIL a la educación salmantina, sobre todo al descentralizar la enseñanza de idiomas de la capital provincial, acercando el conocimiento a otras zonas que también lo requieren y disfrutan.
La relación con mis compañeras/os y con Lucía, la jefa de estudios, siempre fue muy buena y colaborativa. Sin dudas, una de las grandes ventajas de este trabajo.
Iñaki es una de las personas mas dedicadas que conocí en mi paso por Salamanca, y trabajar para él fue un placer. Destaco su generosidad y preocupación por el bienestar de las/los profesoras/es de INFIL, equiparable en calidad y empeño a la preocupación dedicada al bienestar de los alumnos. Me siento enormemente agradecida por haberlo conocido y haber trabajado para él.
Los alumnos de INFIL son sumamente especiales, ya que aportan su entusiasmo, alegría y curiosidad a todas las clases, comprometiéndose con cariño a sus actividades. Eso se refleja en su capacidad de aprendizaje, que a lo largo de los distintos niveles demuestra, una y otra vez, grandes avances y excelentes resultados.
Muchas gracias por la oportunidad y por el tiempo compartido. Espero volver a visitar INFIL pronto y ver cómo ha crecido más y más.

Magaly Álvarez (profesora en INFIL en los cursos 2019-21) comenta:

Conocí INFIL a través de una oferta de trabajo en el portal de empleo de la USAL.

En ese momento necesitaba un buen trabajo en una buena empresa y tuve la suerte de conseguirlo.
Supuso crecimiento y aprendizaje en todos los ámbitos de mi vida, tanto profesional como personal.

Al empezar tuve que aprender muchas cosas de logística, hacerme a los grupos, textos, etc. Pero era una inquietud positiva, unas ganas de conocer el sistema de trabajo y hacerme con ello. Y que tenía el apoyo y confianza para realizarlo.

Cuando me fui, me di cuenta de que había terminado una etapa importante, por lo que me daba mucha pena dejarlo, pero que había forjado un vínculo para siempre.

Dejé INFIL porque encontré trabajo de otra de mis pasiones y ya no podía compaginarlo con la enseñanza.

INFIL tiene un proyecto ejemplar en la provincia. Creo que tiene muchísimo mérito el llevar la enseñanza de idiomas a pueblos que están olvidados y tan mal comunicados. Además de ser una enseñanza de calidad.

La relación con profesorado fue muy buena. De apoyo y comunicación continua entre todos.

Con el director la relación fue excelente. Más que un jefe, Iñaki siempre ha demostrado ser un gran ser humano. Además de su profesionalidad, es un gusto saber que se puede contar con alguien que te escucha y valora como profesional y persona.

De lo que he podido presenciar en estos años trabajando en INFIL, pude ver el avance y evolución de muchos niños. El potencial que tienen, las ganas con las que acuden, los vínculos que se establecen y el trabajo que hacen tanto profesorado como alumnado, hacen evidente el aprendizaje.

Invito a todos los profesionales que se quieran dedicar a la enseñanza de idiomas en Salamanca, a que no dejen pasar la oportunidad de aprender a hacerlo en INFIL. Estarán muy respaldados y cuidados. Los profesionales que acompañan al alumnado no solo tienen conocimientos de idiomas, sino que muchos de ellos vienen de otras áreas que complementan el trabajo en el aula.

INFIL es uno de los pocos espacios que brinda oportunidades a diferentes perfiles.

Natalia Hernández (profesora en INFIL en el curso 2020-2021) comenta:

Conozco INFIL desde que tenía 11 años, ya que me apunté a clases de inglés en Villares. Recuerdo con cariño a una profesora encantadora que enseñaba inglés con mucha pasión y siempre daba lo mejor de ella en sus clases. Tras el paso de los años, una casualidad hizo que Iñaki y yo nos volviéramos a encontrar y se me presentó esta oportunidad de trabajar en la academia.

INFIL ha sido mi primera experiencia laboral, por ello me siento muy afortunada de haber sido parte de esta bonita familia. Comencé en el mismo periodo que realizaba mis estudios como maestra de inglés, lo que me permitió poner en práctica los conocimientos adquiridos, conocer nuevas herramientas de enseñanza, al mismo tiempo que aprender cada día de los alumnos. Personalmente, me ha servido para crecer profesionalmente y como persona.

Al comenzar en INFIL me inundó un sentimiento de satisfacción ya que comenzaba mi sueño de ser maestra. La relación de los compañeros, director, alumnos y familias era muy buena, siempre hay un sentimiento de compañerismo y tanto Lucía como Iñaki siempre están dispuestos a ayudar en lo que necesites.

Cuando finalicé mi etapa en INFIL sentí una gran tristeza porque fue como abandonar el hogar. INFIL es una gran familia, que te apoya, te enseña y comparte momentos únicos. Aun así, no lo sentí como un adiós, sino como un hasta luego ya que me siento parte de la familia. Dejé de trabajar aquí porque entraba en una nueva etapa en mi vida académica y laboral y tuve la necesidad de dejarlo, aunque siempre estaré agradecida de esta gran oportunidad que me brindaron.

El proyecto de INFIL es muy enriquecedor ya que pone al alcance de los pueblos la enseñanza de la lengua extranjera de forma dinámica, activa y colaborativa. Además, dispone de numerosas y diversas herramientas para llevar a cabo esta labor. Asimismo, ofrece oportunidades a profesionales que están comenzando su etapa laboral con una gran confianza en sus capacidades y ayudando en lo necesario.

En relación con los compañeros, siempre me he sentido parte del equipo. Las compañeras siempre han estado pendientes y dispuestas por si necesitaba ayuda en la preparación de materiales. Estoy muy agradecida por su amabilidad y comprensión. Lucía, la jefa de estudios, es una excelente profesional y compañera. Siempre estaba dispuesta a ayudarme en lo necesario y ha sido un apoyo constante.

A Iñaki le tengo que agradecer su confianza desde el primer momento en que me vio. Nunca olvidaré el momento en que nos volvimos a encontrar después de tantos años, la felicidad e ilusión que mostró al saber que había estudiado inglés y en ese mismo momento me ofreció que trabajara con él. Es un gran ejemplo de entusiasmo, fortaleza, dedicación y una persona en la que poder confiar y admirar. Siempre ha estado ahí para apoyarme, ayudarme y enseñarme, y por ello estoy muy agradecida de haber trabajado junto a él estos años.

En INFIL he tenido la oportunidad de tener una variedad de alumnos de diversas edades y necesidades. Todos ellos mostraban un gran interés en las clases, facilitando que fueran dinámicas y activas. Estas clases están formadas por grupos pequeños, lo que facilita la enseñanza centrándonos en las necesidades de cada alumno. De este modo hemos podido disfrutar de cada clase, aprendiendo, jugando, siempre con emoción y mejorando las capacidades.

Por último, me gustaría agradecer al equipo de INFIL esta oportunidad de trabajar con ellos y desearos lo mejor para los próximos años, que siga creciendo este proyecto maravilloso contribuyendo a la enseñanza del inglés en el mundo rural. Muchas gracias familia.

Marta Fernández-Sesma (profesora en INFIL en los años 2017 al 2020) comenta:

Conocí Infil a través de una oferta que me mandó la Universidad de Salamanca cuando buscaba trabajo.

Tenía poca experiencia como profesora de inglés, trabajar en Infil me ha dado la seguridad y la experiencia que necesitaba en mi carrera como docente. También ha supuesto un reto ya que tenía varios grupos de alumnos y de diferentes niveles. Y que cada día que avanzaba el curso veía con satisfacción los resultados de mis alumnos gracias a mi trabajo y profesionalidad

La primera impresión fue muy buena y vi que tanto Iñaki (director) como Lucía (jefa de estudios) eran y son super profesionales. Tienen ambos todo muy bien organizado, a pesar de lo complicado que es la organización de las clases de tantos alumnos. Al principio yo me encontraba muy perdida, pero a la vez me sentí arropada por ellos y por las compañeras. En cuestión de semanas ya conoces el funcionamiento y estás muy a gusto.

Estás tan a gusto trabajando y mi marcha fue tan rápida que no piensas que lo has dejado del todo. Sentí pena por los alumnos y por todo el equipo Infil, forman parte de tu día a día y resultaba raro no estar. También he de decir que Iñaki me facilitó mucho la transición de Infil a mi nuevo trabajo, hubiera sido muy difícil de otra forma y se lo agradezco de verdad.

 Me llamaron de las listas de interinos de Junta de Castilla y León para trabajar en un centro público y tuve que dejar Infil.

 Me parece una idea formidable. Llevar clases de inglés a pueblos pequeños. Si no existiera Infil muchos de los niños de estos pueblos se tendrían que mover a otros pueblos más grandes, a la capital u olvidarse de clases, y gracias a Infil lo tienen cerquísima de casa.

Es cierto que el equipo de profesorado coincidimos poco si te tocan pueblos pequeños. El primer año y el segundo no coincidía mucho con ninguna compañera, el último año un poco más. Aun así, Iñaki nos mantenía en contacto con pequeñas reuniones a principio y final de curso y pequeños encuentros sociales al final de los trimestres. He de decir que desde el principio me sentí arropada por todas mis compañeras y la relación fue muy buena. La relación con Iñaki es excelente. Está para todo lo que necesites. Y eso se agradece muchísimo.

Los alumnos disfrutan mucho, y esa es la clave del aprendizaje. Si no disfrutas de lo que estás aprendiendo, y hablo de cualquier cosa, no aprenderás o se te olvidará pronto. En Infil los alumnos disfrutan y aprenden.

 Simplemente, quiero dar las gracias a todo el equipo Infil por todo lo que he aprendido con ellos y por lo bien que me he sentido trabajando en este proyecto.

Andrea Holgado (profesora en INFIL del 2018 al 2020) comenta:

Conocí INFIL a través de Ana, una antigua profesora particular que me impartió clases de Gramática Histórica e Historia de la Lengua Inglesa. A su vez, Ana también trabajó con vosotros y me comentó que fue una bonita experiencia y muy recomendada.

Para mí, INFIL supuso un gran enriquecimiento profesional, puesto que pude ganar experiencia en la docencia. A nivel económico fue un suplemento para poder compaginarlo con otros trabajos y así poder permanecer en Salamanca, ciudad extraordinaria. A nivel laboral y personal fue como un nuevo reto para mí, ya que al principio fue difícil y no sabía a lo que me iba a enfrentar.

Mi primera impresión fue que INFIL estaba constituido por una gran familia, sobre todo cuando asistí a la primera reunión de profesores que tuvimos en la oficina en el año 2018. Allí pude percibir ese ambiente familiar, en el trato que tuvimos hablando con otras profesoras, el director, la jefe de estudios. En definitiva, intuía que formaría parte de un gran equipo.

Mis sensaciones fueron muy distintas al dejar INFIL. Por un lado, mucha tristeza porque quería seguir trabajando en INFIL por lo a gusto que estaba. Por otro lado, sensación reconfortante porque sabía que me iba de allí habiendo hecho un buen trabajo.

 El coronavirus imposibilitó mi continuidad en Salamanca al tener muy reducida mi jornada de trabajo.

Me parece que INFIL tiene un proyecto muy bonito, que funciona muy bien para llevar la lengua inglesa a todos los rincones de Salamanca. A través de INFIL mucha gente tiene acceso a poder mejorar e incrementar su nivel de inglés.

Muy buena relación, en especial con Luz, Virginia y  Tania, ya que con ellas coincidía trabajando en Carbajosa. Con ellas se hacían muy amenos los cambios de clase, charlando y compartiendo anécdotas de nuestras clases. Con Lucía muy bien, me ayudó mucho a organizar el curso sobre todo el primer año, los contenidos, temarios, etc. Muy dispuesta siempre a resolver las dudas correspondientes. Todas ellas me ayudaron mucho, algo en lo que estaré siempre agradecida.

Con Iñaki también muy buena relación. Me ayudaba muchísimo y siempre estaba disponible para resolver todas mis dudas, ya sea en reuniones o bien al teléfono. Muy buen trato con él, muy simpático. Se agradece tener un director así, ya que crea un muy buen ambiente de trabajo y facilita la inclusión de nuevas profesoras.

En general, los niños en INFIL son muy dinámicos, con muchas ganas de trabajar y aprender. Desde mi experiencia, pude percibir cómo iban mejorando cada año y cómo sus ganas de aprender cosas nuevas incrementaban. Para mí, trabajar con ellos ha sido un reto superado satisfactoriamente.

Me ha encantado trabajar en INFIL, formar parte de este equipo. Sobre todo era una gran ventaja poder trabajar libremente, es decir, aparte de tener un temario definido, poder introducir ciertas actividades o juegos que sean productivas para tus grupos. Así pues, me gustaría en un futuro poder volver a formar parte de INFIL de una forma más estable.

Teresa Mesonero (profesora en INFIL en los años 2016 a 2019) comenta:

Conocí INFIL a través de Internet, buscando ofertas de trabajo, centros y academias a los que poder enviar mi currículum.

Para mi INFIL fue una oportunidad de trabajo pero también una oportunidad de aprendizaje, tanto profesional como personal. Me ha aportado experiencia, mayor seguridad y, sobre todo, he aprendido mucho de mis compañeras, alumnos…

Desde el primer momento sentí que era una empresa seria y muy consolidada, con mucha experiencia. Así también, recibí mucho apoyo y un constante seguimiento en el proceso de adaptación en mis primeros días. Tanto el director, como la jefa de estudios y compañeras me hicieron sentir muy cómoda y me ayudaron de forma continua a conocer los materiales, el trabajo diario con libros y archivadores, el proceso de seguimiento y evaluación de los alumnos, etc. Siempre te sientes apoyada y sabes que puedes preguntar cualquier cosa, cualquier duda que puedas tener.

Dejé INFIL por motivos laborales. Fue una decisión muy difícil pero sientes que no te vas definitivamente. Sabes que siempre puedes contar con ellos y que, si puedes volver a colaborar en sus proyectos, lo vas a hacer encantada y muchísima ilusión.

El trabajo que hace INFIL en la provincia de Salamanca es fantástico. Creo que acercar un idioma tan necesario como es el inglés tanto a niños como a adultos en diversos pueblos y localidades, es algo muy importante y INFIL lo hace utilizando multitud de recursos y actividades. Es una oportunidad para aprender un idioma, favorecer su aprendizaje en los niños desde edades muy tempranas  y para crecer personalmente.

La relación con mis compañeras y con la jefe de estudios fue muy buena desde el primer día. Mis compañeras siempre me han ayudado y nos hemos coordinado muy bien cuando hemos realizado actividades conjuntas. Sabías que si tenías cualquier duda, cualquier dificultad, siempre podías contar con ellas para que te ofrecieran su opinión, su punto de vista, etc. En cuanto a la jefe de estudios, todo lo que puedo decir es bueno. Desde el primer momento sentí su apoyo constante. Cuando tenía alguna dificultad o necesitaba opinión, siempre estuvo ahí para ayudarme. Trabajar así hace que te sientas muy bien en tu trabajo.

Desde el primer día, Iñaki hace que te sientas muy cómoda en el trabajo. Cuando empiezas algo siempre te sientes nerviosa y con multitud de dudas (cómo lo haré, cómo me desenvolveré en las clases…)  pero Iñaki hace que, desde comienzas a trabajar, te sientas muy a gusto y con seguridad. Es una persona muy cercana, con una gran empatía que siempre está pendiente de todo y de que te sientas bien. He aprendido mucho de él, entre otras cosas, de su calidad humana y de su manera de tratar a las personas.

Creo que las clases de INFIL tienen un enfoque muy completo. En ellas se trabajan todos los aspectos que han de abordarse en una clase de idiomas: el ámbito escrito, el oral, la escucha o los aspectos lúdicos. En las clases con niños creo que es muy importante aportar un carácter lúdico en las sesiones para motivar su aprendizaje. Los materiales de INFIL ayudan a ello y siempre se dispone de muchos recursos para que las clases sean amenas y entretenidas. Creo que, al compaginar las clases de INFIL con las del colegio, los alumnos refuerzan y amplían conocimientos, siendo esto muy positivo en el aprendizaje de un idioma.

Finalmente, me gustaría agradecer la oportunidad que me han dado en INFIL y destacar la buena organización y la manera de trabajar de la empresa. Gracias a vuestro trabajo, esfuerzo y a las ganas que ponéis todos y cada uno de los días y, sobre todo, gracias por haberme permitido formar parte de un proyecto tan grande.

Marina González (profesora en INFIL en el curso 2018-19 y curso 2020-21) comenta:

Conocí INFIL a través del SIPPE, la plataforma de empleo de la USAL

A nivel laboral fue una oportunidad estupenda, había dado clases particulares de muchas materias, sobre todo música e inglés pero no tenía experiencia de forma “oficial” como profesora. Entrar en INFIL ha sido la oportunidad para comenzar a tener experiencia laboral en este ámbito. A nivel personal, he dado clases para ganarme la vida, pero el llegar a dar clases a niños de muchas edades distintas me ha demostrado que hasta los más pequeños han tenido buenas experiencias conmigo.

Al entrar a INFIL estaba deseando ver tanto las instalaciones como los materiales. Una vez los conocí, me sentí muy a gusto ya que las aulas, teniendo en cuenta que en muchos sitios no son espacios exclusivos para INFIL están bien equipadas y con todo lo necesario para hacer una clase útil y entretenida, con gran cantidad de materiales para elegir de todo tipo. También desde INFIL me parecía que estaban totalmente abiertos a nuevas propuestas de materiales o de actualización de estos. En resumen, me he sentido muy a gusto en infil. Por eso también, me planteo la posibilidad de volver a trabajar con ellos una vez acabe los proyectos con los que estoy ahora mismo.

Dejé de trabajar en INFIL porque conseguí una beca de doctorado y estoy realizando el doctorado.

Me parece una buena iniciativa la de INFIL, porque llega a muchos pueblos en los que de otra forma no habría clases de inglés y obligaría a los niños a desplazarse y también me gustaron los talleres de Infil social school, ya que así pueden practicar ingles de desde otros ámbitos.

La relación con lala jefa de estudios fue muy buena porque estaba disponible siempre para comentar avances, sugerirnos materiales, juegos etc. Con mis compañeras de Villares me fue muy bien, no conocí a todas las profesoras, ya que cubrían otros pueblos.

Iñaki estuvo siempre muy atento de que nosotras estuviéramos a gusto en el aula y de los progresos de los alumnos

En cuanto a los alumnos, mi opinión general es muy buena, casi todos van allí por elección suya y porque se lo pasan bien y eso en el aula se nota. 

Carla Matías (profesora en INFIL en los años 2017-19) comenta:

Conocí INFIL a través de una oferta publicada en el portal de empleo de la Universidad de Salamanca. No solo me resultó interesante, sino que me pareció estupendo que una empresa local diera la oportunidad a estudiantes recién graduados de incorporarse al mundo laboral.

Fue un grato descubrimiento a la par que una gran oportunidad. Había acabado recientemente mis estudios universitarios de grado y máster y formar parte de este proyecto me permitía tomar contacto con el mundo real de la enseñanza y poner en práctica todos esos conocimientos adquiridos. Cada una de las clases que he impartido me ha enseñado algo, así que puedo decir que he crecido con esta experiencia tanto a nivel personal como profesional.

Los comienzos siempre son difíciles y pueden llegar a asustar. Los días anteriores al inicio de curso son días de incertidumbre e inquietud, pero cuando ves que todo está bien organizado y que las personas que forman parte de ello tienen tanta experiencia, te tranquilizas. La primera impresión fue que se trataba de un proyecto sólido y que todo estaba bajo control. No se quedó en una mera impresión, fue una realidad.

Me costó mucho tomar la decisión de dejar INFIL, ya que me encontraba muy a gusto. INFIL ya formaba parte de mi día a día y disfrutaba mucho impartiendo clase allí. No obstante, tanto el director como la jefa de estudios fueron comprensivos en todo momento y respetaron mi decisión.

La razón para dejar INFIL fue que, movida por mi vocación, quería conseguir una plaza en la enseñanza reglada y como resultaba complicado combinarlo con el estudio de la oposición, tuve que dejarlo para centrar todos mis esfuerzos en mi meta final.

Siendo breve, diría que INFIL es un proyecto increíble. Desde que conocí INFIL sentí cierta envidia (sana, por supuesto) porque yo pasé mi infancia y adolescencia en un pueblo muy pequeño en el que los medios para estudiar idiomas eran muy escasos, por no decir casi inexistentes. Desde el primer momento me impresionó, y aún lo hace, de hecho, la gran labor de INFIL de llegar a tantos puntos de la provincia, otorgándoles a niños y jóvenes de todas las edades la oportunidad de estudiar inglés prácticamente al lado de casa. ¡Ojalá yo hubiera tenido esas facilidades!

Me siento afortunada de haber aportado mi granito de arena a este proyecto y ojalá continúe mucho tiempo, puesto que no solo ofrece ventajas a los alumnos, sino que también ahorra tiempo y quebraderos de cabeza a esos padres que encuentran difícil desplazarse para llevar a sus hijos a clases extracurriculares.

En cuanto a mis compañeros/as, es cierto, que al ser tantos profesores/as y cada uno/a estar en distintas localidades, resulta complicado coincidir muchas veces. Sin embargo, las veces que hemos podido hacerlo han sido muy agradables. Desde el primer momento todo el mundo te acoge como si de una “pequeña familia” se tratase, apoyándote y ofreciéndote su ayuda. El ambiente de trabajo y el compañerismo son muy importantes para desempeñar tu trabajo, y desde luego, aquí están presentes.

En relación con el director, creo que no me equivoco si digo que cualquier persona que conoce a Iñaki puede ver desde el principio su interés y esfuerzo por mantener este proyecto. Siempre está disponible, muy pendiente de que todo funcione correctamente, de que todo el mundo esté a gusto y de solucionar cualquier imprevisto de la manera más rápida y eficaz posible. Sin duda, lo hace todo muy fácil.

Durante mi trayectoria en INFIL, he tenido oportunidad de tratar con todo tipo de alumnos, desde los adorables Beginners hasta adultos que tomaban contacto con el idioma por primera vez. En todos he visto progreso, disfrute y aprendizaje. Aunque cada uno tiene sus circunstancias, creo que todos pueden sacar provecho de estas clases. El hecho de que sean grupos reducidos facilita la participación y la relación cercana entre profesor y estudiantes. Ver a tus alumnos motivados e interesados cada día es una gran recompensa.

Lo único que me gustaría añadir es un GRACIAS. Con INFIL he adquirido experiencia laboral, he aprendido, he crecido como docente y como persona. Todo lo que pueda decir se queda corto. Recuerdo esta etapa con mucho cariño y de alguna manera u otra creo que siempre estaré ligada a este proyecto.

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Alba Fernández (profesora en INFIL en el curso 2018-19) comenta:

Descubrí INFIL a través de una oferta de empleo en el portal de Servicio de Inserción Profesional, Prácticas,  Empleo y Emprendimiento (SIPPE) de la Universidad de Salamanca. Pude descubrir más detalles sobre la identidad buscando su página web.

INFIL supuso mi primera experiencia en la enseñanza como titulada, por lo que a nivel personal supuso sentirme realizada al poder hacer uso de lo estudiado. A nivel económico supuso comenzar a recuperar todo el tiempo y recursos invertidos en haberme formado como maestra y adquirir un nivel alto de inglés. Profesionalmente ayudó a aportar más valor a mi perfil adquiriendo experiencia y conocimientos sobre la práctica.

Navegando por la página web pude descubrir que se trataba de un proyecto interesante que contribuía al desarrollo del medio rural. Antes de empezar pude observar la simpatía de las compañeras en el ambiente de trabajo al reunirme con la profesora a la que sustituiría, que se mostró colaboradora en todo momento para facilitar cualquier información que necesitara.

Mi sensación al dejar INFIL fue de pena. Tras haber finalizado el curso anterior, no continuar con el siguiente me producía tristeza puesto que ya había conocido todo el funcionamiento y profundizado en las necesidades de cada alumno y grupo.

Decidí no continuar un curso más en INFIL por estudios: la adquisición de una nueva titulación y continuar opositando, al mismo tiempo que continuar con la formación complementaria, permanente y de actualización que llevamos a cabo los educadores.

Considero que INFIL es un proyecto de gran valor que contribuye al desarrollo de la provincia desde diversas perspectivas. En primer lugar, facilita que los profesionales puedan desarrollarse. En segundo lugar, ofrece una gran oportunidad a los alumnos pudiendo disfrutar del aprendizaje del inglés desde su pueblo, sin tener que desplazarse a la capital, que para muchas familias resulta imposible. Valoro especialmente este aspecto al haber vivido de niña en un pueblo con escasos recursos, en el que no pude profundizar en el aprendizaje del inglés (que siempre me había interesado) hasta que estudié en Salamanca.

El contacto con las compañeras fue escaso al desarrollar nuestro trabajo en distintas sedes, por lo que no tuve oportunidad de conocerlas. Con la jefe de estudios la relación fue inmejorable, siempre estaba disponible para atender y resolver cualquier duda, ya fuera sobre los materiales, la metodología o los alumnos.

El director es cercano, siempre intentando facilitarte la labor. Además, deposita total confianza en la profesora a la hora de realizar su trabajo de forma autónoma, al mismo tiempo que se preocupa por que todo se desarrolle con éxito.

Los alumnos de INFIL están organizados por su nivel de conocimiento en pequeños grupos, lo que facilitan una educación más personalizada. En aquellos alumnos que llevan varios años asistiendo a las clases se observa que tienen un nivel más fluido, con mayor facilidad para ir progresando en el idioma, por lo que terminan desarrollando más interés. Asimismo, la metodología e intento porque todos los grupos de INFIL avancen en la misma línea garantiza su progreso durante el curso viendo numerosos y diferentes contenidos.

Ojalá el proyecto de INFIL siga creciendo y desarrollándose con éxito por mucho tiempo para que todos los alumnos de la provincia puedan seguir desarrollando sus capacidades. Por último, agradecer la oportunidad para formar parte de ello que se me brindó.

Lucía Calles (profesora en INFIL en el curso 2018-19) comenta:

Conocí INFIL a través de una plataforma de bolsa de empleo de la Universidad de Salamanca.

INFIL fue mi primer trabajo, por lo que guardo un buen recuerdo. Me ayudó enormemente a nivel personal, ya que me dio una perspectiva mucho más amplia del mundo de la enseñanza.

Mi primera impresión fue muy buena, tanto por mi entrevista con Iñaki y la primera reunión con Lucía, como por su dinámica de trabajo, las instalaciones, etc.

Me fui de INFIL muy contenta y con un buen sabor de boca. Haber pasado un curso entero con mis alumnos, a los que llegué a conocer y comprender, y ver que habían aprendido, aunque fuera un poco, ha sido una experiencia muy satisfactoria para mí.

Dejé de trabajar en INFIL porque me mudé a Madrid.

Creo que INFIL es una buena iniciativa en cuanto a la enseñanza de inglés en la provincia.

La relación con la jefe de estudios fue excelente, cualquier duda que me surgía me la resolvían sin problema.

Con el director, excelente también; Iñaki se preocupó mucho por que me sintiera a gusto en mi puesto de trabajo.

Hacer una valoración general de todos los alumnos es bastante difícil, puesto que cada niño es un mundo, pero puedo decir que los chicos y chicas a los que les daba clase venían con muchas ganas de aprender y aprovechar el tiempo.

Me gustaría agradecer al equipo de INFIL la oportunidad de haber estado un curso entero como profesora, puesto que me ha enriquecido a nivel profesional y sobre todo a nivel personal. Espero que INFIL siga avanzando y creciendo como lo ha hecho hasta ahora.

Celeste García (profesora en INFIL en los años 2015-2019), comenta:

Conocí INFIL a través de una oferta de empleo en la Universidad. INFIL supuso para mí un despegue en mi vida laboral y profesional, así como personal, aportándome confianza, seguridad, estabilidad económica…

Cuando empecé a formar parte del equipo de INFIL me sentí arropada por mis compañeras, la jefe de estudios y el director siempre dispuestos a ayudar. Sentía que todo iba a salir bien, simplemente era entrar en la dinámica y todo fluía.

Después de 4 años con mis alumnos y compañeras, me surgió una oportunidad laboral en un centro concertado. Sentí mucha pena al cerrar mi etapa en INFIL. El ambiente en INFIL es muy bueno. Es como una “red de apoyo” que entre todos nos ayudamos, compañeras, jefe de estudios, director…son todo facilidades.

Las clases en INFIL son casi individualizadas, con un máximo de 6 alumnos por clase la atención es muy personalizada y los alumnos aprenden de una manera lúdica y diferente. Además la labor que desarrolla INFIL en la provincia es maravillosa, acercando el inglés a todas las localidades y facilitando que los alumnos de los pueblos de la provincia tengan acceso a este tipo de estudios.

Simplemente mostrar mi agradecimiento por estos 4 años y todo lo que INFIL me ha aportado y enseñado tanto personal como profesionalmente.

“To teach is to learn twice over”, Joseph Joubert.

Paula Posada (profesora en INFIL en los años 2017 y 2018), comenta:

Conocí INFIL a través de una oferta de trabajo. Gracias a ella, he podido formar parte de la gran familia de INFIL desde marzo de 2017 a junio de 2018.

Cuando empecé a trabajar en INFIL, llevaba ya casi tres años estudiando una carrera en Salamanca y viviendo sola lo cual, a nivel económico me ayudó mucho. A nivel personal y profesional también ha sido una experiencia fantástica, ya que he conocido a gente estupenda y he tenido gran cantidad de experiencias enriquecedoras que me van ayudando a ser más profesional.

Mi primera impresión de INFIL es la magnífica labor que hace al acercar las clases de inglés para todos los niveles a tantos ayuntamientos de la provincia de Salamanca. Me llamó mucho la atención (para bien) el método de trabajo que se utiliza y me dio pena no haber conocido la empresa antes.

Dejé INFIL porque acababa de terminar Traducción e Interpretación y me salió una oportunidad de trabajar en Austria, lo cual me ayudaría a mejorar mi nivel de alemán. Sin embargo, voy a echar mucho de menos INFIL y, especialmente, a los alumnos que he tenido y de los que he estado aprendiendo continuamente.

La relación que he tenido con mis compañeras y con la jefe de estudios ha sido muy buena. Desafortunadamente, no he podido conocer a toda la plantilla de profesoras de INFIL, pero seguro que son todas maravillosas.

La relación que he tenido con Iñaki también ha sido estupenda. Es una persona que realmente se preocupa por sus trabajadores y no sólo por la empresa. Siempre está pendiente de que tanto padres y alumnos como profesores estemos a gusto y salgan con éxito las actividades que se plantean. Además, sabe escuchar las propuestas que pueden surgir.

Por lo que he visto en el tiempo que he estado trabajando en INFIL, los alumnos van a clase muy motivados y se nota que les gusta. Además, como las actividades son tan dinámicas,  creo que van más a gusto todavía y que aprenden mucho y muy rápido.

En mi opinión, INFIL va a seguir creciendo (y eso espero) porque creo que es un proyecto fantástico formado por gente muy profesional  y con ganas de continuar contribuyendo al aprendizaje de sus alumnos.

Adaleen Gerardo (profesora en INFIL en los años 2015-2017), comenta:

Conocí a INFIL a través de una oferta de empleo publicada en el portal de la Universidad de Salamanca. Tuve la fortuna de poder formar parte del profesorado durante dos años (2015-2017).

A nivel personal, he conocido a personas maravillosas y buenos profesionales que siempre están dispuestos a seguir tu evolución e inserción en la empresa (lo cual puede ser abrumador al principio), pero gracias a la guía constante tanto de la Jefa de Estudios como de las compañeras se hace más llevadero.

Ha sido un proceso muy enriquecedor en el que enseñas y aprendes. Aprendes tanto de las compañeras, que siempre son prontas a dar ideas para hacer las clases más dinámicas, como también de sus experiencias para manejar las clases.

Al entrar en INFIL y conocer a los profesores tenía la impresión de mucha cercanía, buen ambiente de trabajo y multitud de recursos para dar clases de manera eficiente y adaptándolas a las necesidades de los alumnos.

Al dejar INFIL, sin duda, echaré muchísimo de menos la atención que se le dedica a cada profesora y no sólo como profesional sino como persona. Iñaki es una gran persona y un buen líder; sabe compaginar muy bien la profesionalidad y la empatía.

También se aprecia mucho la libertad, la confianza y la delegación de responsabilidades.

Me alegro mucho de haber formado parte de este centro. Creo que una vez que hemos formado parte de él, una parte de nosotros también se ha quedado allí. Los alumnos van con ganas de aprender, tarea que se ve facilitada por el carácter lúdico con el que se imparten las clases y con la intención de individualizar el aprendizaje de los niños atendiendo a sus necesidades.

INFIL es un proyecto muy bonito y ambicioso, que intenta poner al alcance de todos una experiencia lingüística única y, mejor aún, cuenta con gran capital humano.

Lorena Martín (profesora en INFIL en el curso 2019-20), comenta:

Conocí INFIL a través de una plataforma que facilita la Universidad de Salamanca (USAL).

INFIL me ha dado la oportunidad de trabajar con niños de diferentes edades. Esto ha influenciado positivamente tanto a nivel laboral como personal. Guardo un entrañable e inolvidable recuerdo trabajando en INFIL dado que conocí a niños y compañeros maravillosos. Poder, desde el primer día, impartir clases a diferentes edades me ha hecho crecer como profesional docente y también como persona dado que he aprendido a empatizar más con los niños, descubrir sus principales necesidades e intereses, conocer diferentes habilidades y recursos nuevos muy interesantes y, sobre todo, a disfrutar con cada uno de ellos, independientemente de la edad.

El primer día, sentí: nervios e incertidumbre por cómo sería, pero todos han sentido alguna vez lo mismo el primer día de trabajo en una empresa nueva. Sin embargo, estas emociones fueron desapareciendo poco a poco porque pude observar que INFIL era: familiar y seria y esto era lo que buscaba en mi vida. Tenía muchas ganas en formar parte de INFIL. Recibí mucho apoyo desde el primer momento por todos mis compañeros y, sobre todo, de la jefa de estudios Lucía y el director Iñaki.

Mucha tristeza al dejar INFIL; fue una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar porque, desde el minuto uno, me sentí parte de esta familia, estuve muy a gusto trabajando con todo el equipo y enseñando a mis queridos alumnos y por estar en mi ciudad tan querida como es Salamanca.Me surgió una oportunidad laboral en un colegio en Madrid y tuve que dejar la etapa en INFIL con mucha pena porque guardo momentos inolvidables de esa etapa tan bonita.

Tener un proyecto de INFIL en zonas rurales es un auténtico regalazo, es prefecto para todo aquel que desea tener un primer contacto o mejorar en inglés y no puede moverse a la capital. Me siento muy orgullosa de Iñaki por todo lo que ha logrado con INFIL y expandirse en otros pueblos de la provincia es simplemente genial y todos deberían considerar el trabajo que hacen mis compañeros.

Tanto Lucía como mis compañeros me han ayudado desde el primer momento. Muy entrañables, familiares y trabajadores. Me he sentido una más en esta familia tan bonita. Formamos un buen equipo dado que todos somos diferentes, pero a la vez con un mismo interés: disfrutar de la docencia.

A Iñaki le tengo que agradecer su confianza en mí desde el primer momento. Me ha encantado trabajar con él porque es empático, flexible, trabajador, familiar y serio. Iñaki está en todo. Se preocupa por todos, por sus trabajadores, los alumnos y padres; aunque sigamos un proyecto específico nos da libertad para enseñar como queramos y podemos contar con él siempre. Esto es lo que me gusta y busco en las personas, y he tenido la gran suerte de tenerlo como jefe. Para mí es un ejemplo a seguir. 

Al ser grupos reducidos el aprendizaje y la enseñanza siempre es mucho más positiva e individualizada, esto hace que los niños aprendan más y mejor. Les das la oportunidad de darles voz, conocerlos mejor y empatizar con ellos conociendo sus necesidades e intereses.

Quiero agradecer a Iñaki y Lucía por confiar en mi desde el primer momento, por darme la oportunidad de formar parte de esta familia INFIL tan bonita y unida, y sobre todo por aprender tanto de su proyecto tan interesante. La diversidad y el gran trabajo que está haciendo este equipo hace que la enseñanza merezca la pena. Animo a todo aquel que quiera disfrutar aprendiendo un idioma que elija INFIL por encima de todo. ¡¡¡Mil gracias, familia INFIL!!!.

Cristina Hernández (profesora en INFIL desde 2019 a 2021), comenta:

Conocí INFIL un poco como todas las cosas: por casualidad. Yo era entonces una estudiante inquieta (¡lo sigo siendo!) y hacía mucho que quería acercarme al mundo de la enseñanza del inglés. Sin embargo, estaba tan inmersa en el mundo académico y en la investigación, que apenas había tenido la oportunidad de enseñar lengua inglesa. Fue un verano hace dos años que tomé la iniciativa de empezar a buscar por mi cuenta una forma de desarrollarme en ese ámbito. Busqué a través de los portales de empleo y prácticas que ofrece mi universidad y encontré la oferta de empleo de INFIL para el curso siguiente. Fue entonces cuando me puse a investigar qué era INFIL y en qué consistía trabajar como profesora para ellos. Tras ver el itinerario que ofrecen en la web, su filosofía y su método “Building up on the Needs” orientado hacia una enseñanza más comunicativa y personalizada, supe que quería trabajar en su proyecto. Y, gracias a la confianza que depositaron en mí, pude hacerlo.

Sin duda INFIL ha supuesto un antes y un después en mi vida tanto a nivel laboral/profesional como personal, entre otras cosas. Me ha permitido compaginar mi carrera académica con un trabajo más práctico, más de campo, y, en muchas ocasiones, más arduo y gratificante. Me ha permitido compartir espacio de enseñanza y de aprendizaje con pequeños estudiantes de lengua inglesa, y de ellos he aprendido mucho sobre el oficio de maestro/profesor, y también me ha permitido conocer más a fondo la lengua inglesa en otros contextos. Al margen de ello, considero que las recomendaciones del director y la propia ambición del proyecto me han impulsado a llevar mi carrera hacia lugares que antes no había contemplado, y me ha abierto las puertas a otras oportunidades. Esta experiencia también me ha enseñado lo que es el trabajo duro y constante, y la gratificación de los gestos más sencillos de los niños en su proceso de aprendizaje. Me ha dado muchas herramientas tanto a nivel profesional como personal para seguir desarrollándome como profesora y como persona.  

Nunca pensé que pasaría a formar parte del elenco de profesores de INFIL hasta que efectivamente me encontré compartiendo sala con el resto del equipo. Entonces mis pensamientos se centraban en que quería hacerlo tan bien como veía que lo hacían ellos, y me preguntaba constantemente cómo hacían para llegar con esa sonrisa y energía a tantos puntos de la provincia, y conocer a tantos niños y niñas de contextos y necesidades tan diferentes. Esas capacidades de adaptación, de resiliencia y de generosidad me impactaron mucho.

Cuando me fui, tenía esa sensación extraña que se tiene cuando se deja algo que ha formado parte de tu vida de una manera muy intensa. Simplemente sentí que no me iba, que quizás era un hasta pronto. Un “nos estamos viendo”, que dicen en algunas culturas. Quién sabe. Lo más duro sin duda, al margen de dar la noticia a Iñaki, fue despedirme de mis alumnos y alumnas. Fue un día duro en ese sentido. Pero mirando hacia atrás, me di cuenta de que había participado en un proyecto muy bonito, y me hace inmensamente feliz saber que sigue en marcha, en pie, con las mismas fuerzas y energías que cuando entré en él. Me siento tan agradecida por la confianza que han puesto en mí y por darme la oportunidad de crecer que creo que no sé describirlo con palabras.

Dejé de trabajar en INFIL porque me ofrecieron trabajar como profesora de lengua inglesa en la Universidad de Salamanca. Ha sido otra gran oportunidad para mí, para seguir desarrollándome con otro tipo de alumnado y en otra institución. Igualmente, sigo estando cerca de INFIL aunque sea geográficamente.

Creo que INFIL hace una labor muy bonita y necesaria. Apenas he conocido proyectos tan ambiciosos y a la vez tan humildes y bonitos como el de INFIL. Y digo humilde porque vuelve la vista hacia los pueblos de Salamanca, y hacia aquellos que no tienen la oportunidad (por el motivo que sea) de acceder a una academia de inglés. El de INFIL es un trabajo duro y con muchos frentes abiertos en cuanto a conciliación y coordinación, pero siempre hacen un trabajo maravilloso, y siempre hacen que todo parezca tan fácil, tanto para las profesoras como para los alumnos, que te da la sensación de que efectivamente es así (¡y no lo es!). Valoro mucho la valentía, la honestidad y la generosidad que hay detrás de un proyecto así. Ofrecen un espacio siempre a la opinión de quienes trabajamos en ello, e incentivan mucho las propuestas propias.

 Desde el principio me sentí como parte de un equipo, y casi de una familia. Las profesoras veteranas siempre han estado ahí para guiarme y siempre que me he visto en apuros me han prestado su ayuda con la mejor de las sonrisas. Les estoy muy agradecida por ser tan comprensivas, tan empáticas y tan atentas. Lucía, la jefe de estudios, hace una labor hercúlea, la verdad. Siempre está ahí para solventar cualquier contratiempo, y la certeza de saber que una persona tan entregada, comprensiva y competente vela por el proyecto y por nosotras me ha dado mucha tranquilidad y confianza durante todo este tiempo. Iñaki es una persona maravillosa. Al igual que Lucía, saber que el director es alguien tan competente y comprensivo con los demás me ha ayudado mucho a adaptarme al trabajo y a superar los diferentes obstáculos. Iñaki es un director muy dinámico, lleno de energía y de ideas, siempre está ahí para lo que necesitas, ya seas alumno, padre/madre/tutor o profesora. Es un reflejo de este proyecto en ese sentido: la profesionalidad y el cariño con que hace todo es digno de admirar. Siempre me ha apoyado en mis decisiones, en los problemas que haya podido tener y ha creído en mí desde el primer momento. Le agradezco muchísimo su confianza y todo lo que ésta ha traído consigo, nunca le podré agradecer todo lo que me ha enseñado y el gran cariño y apoyo que he sentido por su parte y por parte del equipo que ha creado.

Me atrevo a decir que los alumnos ha sido lo mejor de la experiencia. He compartido aula con los mismos grupos desde que empecé, y he tenido la inmensa suerte de verlos crecer. Lo más increíble de todo es todo lo que he crecido yo con ellos. Gracias a la flexibilidad del método y la base comunicativa que tiene los alumnos aprenden sobre todo a divertirse aprendiendo, a utilizar la lengua, y como me ha pasado con muchos de ellos, a encontrar verdadera pasión en el inglés. Se crean unos vínculos muy bonitos gracias a que los grupos son tan reducidos, y los acabas conociendo a todos tan bien que es mucho más sencillo atenderlos de forma personalizada y comprenderles y adaptarnos a sus necesidades. Sin duda, aprenden mucho.

Siempre que hablo de algo que me gusta o me hace feliz, tiendo a hablar demasiado o a sentir que he hablado mucho. En cualquier caso, lo único que me gustaría añadir, por enésima vez, es gracias. Gracias por este proyecto, por todo el trabajo que hacéis (que es mucho) y por esa generosidad y empatía que mostráis, por vuestra confianza en nosotras, y por esta maravillosa oportunidad que me habéis dado. Habéis sido (y seguiréis siendo) muy importantes para mí.

Tamara Fuentes (profesora en INFIL en los años 2012-2017) comenta:

La primera vez que vi el nombre de INFIL fue en internet. Me mudé a Salamanca a vivir y busqué, en varias webs, academias en las que poder trabajar, y entre todas ellas apareció INFIL. Posteriormente, también me llegó información a través de conocidos. 

INFIL supuso una de las experiencias más motivadoras, entrañables y excepcionales de mi vida. Gracias a ella he tenido la oportunidad de crecer como profesional y como persona. Como profesional porque tuve ante mí personas tan distintas y con necesidades tan diversas, que cada clase era distinta, cada una con su particularidad. Eso te hace tener que desarrollar una serie de habilidades y de recursos impresionantes. Como persona, porque de cada una de ellas aprendes día a día, te hacen ver la cosas de otro modo que igual ni imaginaste y ver cómo te tratan y te consideran parte de su vida es muy gratificante.

La impresión antes de entrar en INFIL era la de una empresa muy seria y, como tal, muy consolidada en el ámbito de la enseñanza de una lengua extranjera.

Me marché de INFIL con tristeza. Fue una cuestión personal. Regresé a mi ciudad natal.

Personalmente, fue una decisión muy dura, pero que tuve que tomar. Me marché dejando atrás unos años maravillosos que viví en la que para mí siempre será la pequeña-gran familia INFIL, de la que siempre seguiré formando parte y que con tanto orgullo llevaré allá donde vaya.

Creo que el proyecto de INFIL es uno de los proyectos más apasionantes que he conocido. El hecho de acercar la enseñanza de un idioma a medios rurales, por ejemplo, en los que casi siempre hay menos probabilidades de desarrollarse profesionalmente, creo que es maravilloso y muy de agradecer. Además, la metodología (building up on the needs) hace que se esté al lado de cada alumno y pendiente de sus necesidades.

La relación con las compañeras fue magnífica y me llevo grandes amistades. Siempre se podía contar con ellas y estaban ahí para ayudar en todo lo necesario. 

La relación con el director, igualmente, magnífica. Una persona maravillosa, dispuesto a hacerlo todo más fácil, a dialogar y a ponerse siempre en el lugar de los demás; y como profesional, extraordinario. ¡Gracias por tanto, Iñaki!

 He tenido la oportunidad de trabajar con alumnos muy variados, desde primaria y secundaria, pasando por adultos y empresas. A pesar de la diversidad y de los distintos objetivos de cada uno de ellos, todos tenían algo en común, las ganas y la motivación con las que venían a clase. Y, por supuesto, que en mayor o menor medida, todos mejoraban, no había más que comparar el inicio de curso con esas notas finales en junio.

 ¡MIL GRACIAS! Me quedo sin palabras para poder expresar todo lo que INFIL ha significado para mí.

Estefanía González (profesora en INFIL en el año 2017 y en el curso 2018-19) comenta:

Conocí INFIL buscando trabajo en páginas web.

A nivel profesional ha sido mi primera gran experiencia y oportunidad de estar en un ambiente trabajador lleno de compañeros que se dedican a lo mismo que yo, que es la enseñanza de lenguas.

Me pareció un proyecto muy bien organizado, con muy buenas intenciones y sobre todo cariño y respeto. Me trataron como a una más desde el día uno y mis compañeras en el colegio fueron muy amables conmigo.

Todo el mundo me apoyó en mis nuevos proyectos y tuve la impresión de que no dejé INFIL, sino que fue un “hasta pronto”. Esto no me ocurrió en otros trabajos.

Dejé INFIL debido a mi pasión de estudiar Traducción en la rama audiovisual y decidí continuar mis estudios en otra ciudad distinta.

Es estupendo acercar a los pueblos de Salamanca un proyecto así, para los alumnos que no pueden muchas veces desplazarse es una oportunidad de sumergirse en la lengua inglesa y a la vez disfrutar.

Mi relación fue muy buena con todo el mundo porque desde el primer día me trataron como una más del grupo y nunca me sentí por debajo de nadie, sino todo lo contrario. Se escucharon mis ideas y propuestas y se notaba el respeto mutuo, cosa que no me ocurrió en otros trabajos.

No he visto nunca un director más preocupado en que todos/as trabajemos a gusto y siempre pendiente de que nos sintamos cómodos/as con lo que hacemos. Iñaki ha puesto mucha ilusión en INFIL y ha compartido su ilusión con todo el equipo para que todos aportemos un poco en él. Además, es un director que cree en las personas y elogia sus buenas capacidades con el objetivo de que crean en ellas mismas y quieran mejorar todavía más.

Creo que los alumnos de INFIL aprenden más que en las aulas normales, ya que son grupos de cinco o seis alumnos que además comparten un hobby o actividad que les interesa. En clase suelen hacer muchas preguntas y participar más porque al ser un grupo pequeño se sienten más cómodos de interactuar con el profesor y entre ellos.

Creo que INFIL seguirá creciendo por las ganas que le ponen y el cariño que dan a sus alumnos, a quienes ven crecer y evolucionar. Espero que nuestros caminos se crucen de nuevo y les deseo mucha suerte.

Andrea Guillén (profesora en INFIL en el año 2017) comenta:

Conocí INFIL a través de un anuncio de trabajo en una página web.

INFIL ha significado mucho para mí tanto a nivel personal como laboral y profesional, ya que supuso mi primer paso dentro del mundo laboral y de la enseñanza. El tiempo que estuve en INFIL reforzó mi vocación como profesora y me permitió descubrir la gran cantidad de cosas positivas que tus alumnos te pueden aportar, además de lo que tú les puedas enseñar a ellos.

Recuerdo que mis primeras impresiones antes de entrar a formar parte de INFIL eran de ilusión y nerviosismo, pues se trataba de mi primera experiencia laboral. Una vez que comencé a adaptarme todo ese nerviosismo previo se fue para dar paso a una mayor ilusión y vocación por la enseñanza del inglés.

He de reconocer que me costó abandonar INFIL, ya que sentía gran apego hacia mis alumnos y el ambiente de trabajo era idóneo.

A pesar de que me hubiese encantado continuar en INFIL, tuve que dejarlo para continuar con mi vocación en un instituto de educación secundaria como interina en Extremadura.

Considero de gran importancia el proyecto de INFIL, ya que ofrece a muchos niños de la provincia la oportunidad de reforzar y mejorar su nivel de inglés sin necesidad de desplazamientos. Es una manera estupenda de acercar una lengua tan importante como es el inglés de cara al futuro de muchos de estos niños.

Mi relación con el resto de profesoras que llegué a conocer fue estupenda, pues siempre se mostraban dispuestas a ayudarme con lo que hiciera falta. Lo mismo puedo decir de

Iñaki, el director, una persona que me llamó la atención por su flexibilidad y la gran cantidad de facilidades que ofrecía dentro del ámbito laboral de INFIL.

Uno de mis mejores recuerdos de INFIL son mis alumnos y todo lo que me aportaron, ya que tuve la suerte de contar con unos niños extraordinarios que me permitían disfrutar a la hora de impartir las clases. La actitud de todos ellos era, en general, muy positiva, lo que facilitaba en gran medida el aprendizaje.

Espero que INFIL siga creciendo y contribuyendo al aprendizaje de sus alumnos como lo ha hecho desde sus inicios.

Susana Alonso (profesora en INFIL en los años 2014 a 2017) comenta:

Soy vecina de Villares y conocía la academia allí.

INFIL para mí ha sido, es y será la oportunidad que me ha hecho desarrollarme a nivel profesional y personal.

A nivel profesional, porque, recién graduada, Iñaki confió en mí y en mis ganas de seguir creciendo y gracias a ello he desarrollado mis habilidades en la enseñanza de una segunda lengua, el inglés. He aprendido cómo organizar el tiempo en el aula, cómo motivar a los chicos a comunicarse en una segunda lengua, muchísimos métodos para hacer las clases más prácticas, lúdicas… y he tenido la oportunidad de trabajar en diversos niveles, sintiendo curiosidad por los procesos cognitivos que se llevan a cabo en la adquisición de una lengua extranjera.  ¡Y me fascinaba cómo los más pequeños de Castellanos de Moriscos aprendían tantísimo en tan poco tiempo! Con lo que me di cuenta que había un ámbito de la educación que apenas conocía y que quería conocer más a fondo, así que me animé a cursar un segundo grado para seguir formándome. Y todo esto siempre gracias a la confianza de Iñaki, a la flexibilidad de mis horarios…

A nivel personal me ha hecho madurar como persona, además de hacerme feliz día a día haciendo lo que de verdad me gusta y luchando por lo que de verdad deseo: la enseñanza. Para mí ha sido un auténtico placer dedicar mi tiempo y esfuerzo a algo que me hacía feliz, que con un simple “bye bye butterfly”, era capaz de esbozar la mayor de las sonrisas día a día.

Tuve una primera impresión muy positiva, ya que la entrevista fue muy correcta pero a la vez muy cercana, y eso me dio seguridad. Además, hubo siempre feedback por parte de Iñaki en los días de selección, cosa que siempre se agradece. Y no sólo eso, sino que una vez dentro de, lo que me gusta a mí denominar, “pequeña gran familia INFIL”, recibí muchísima ayuda por parte de Iñaki, de Lucía G y de todas las profesoras.

Creo que no había tomado una decisión tan complicada hasta el momento como dejar INFIL. Me ofrecieron una oferta de empleo en la enseñanza reglada como maestra y tutora en un colegio en Zamora. La sensación de tristeza que me invadió al irme era enorme y aún paso por la puerta de la academia y se me encoge el corazón, incluso escribiendo esto me emociono. Han sido casi tres cursos formando parte de INFIL, con lo que incluso casi tres años con los mismos alumnos e incluso algunos desde bien pequeñitos conmigo… con lo que he formado parte de su desarrollo (y eso no se puede describir con palabras) y por supuesto, ellos del mío.  Como comentaba anteriormente, en INFIL he sido MUY FELIZ, con lo que por un lado he sentido mucha tristeza, pero por otro lado he sentido felicidad por lo todo lo vivido y satisfacción por el trabajo realizado.

Creo que INFIL tiene un proyecto de los que pocos pueden presumir. Lleva la enseñanza del inglés a zonas rurales a las que, a lo mejor, no llegaría si no fuera por INFIL. Es un proyecto serio, muy ambicioso, con unas bases muy claras y unos objetivos bien marcados que se consiguen a la perfección cada curso escolar.

Muy buena relación con mis compañeras. Lucía G siempre me ha ayudado y guiado, su labor en INFIL es esencial. Con el resto de compañeras genial también, me llevo muy buenos recuerdos y momentos con ellas. INFIL es como una familia, en la que siempre te sientes arropada y esa calidad humana creo que es un auténtico orgullo de la empresa.

La relación con Iñaki muy buena, muy profesional. Además, Iñaki es una persona muy cercana, capaz de empatizar con sus trabajadores y eso lo valoro muchísimo. Además, siempre le estaré agradecida por la oportunidad que me ha dado.

Totalmente, la metodología comunicativa que sigue INFIL es estupenda, los alumnos aprenden la lengua y lo más importante, no sienten miedo a hacer uso comunicativo de ella. Además, la cercanía de las profesoras y los pequeños grupos hacen que los niños estén en un ambiente relajado en el que se favorece muchísimo más el proceso de enseñanza-aprendizaje.

GRACIAS. Es lo único que puedo decir. KEEP ON GROWING!.

Mónica Sierra (profesora en INFIL en los años 2015 a 2017) comenta:

Conocí INFIL a través de una página web.

Para mí INFIL ha sido una de las mejores experiencias personales y laborales de mi vida. Me ha dado la oportunidad de crecer como profesional. 

Mi primera impresión fue: ¡Quiero trabajar aquí! ¡Me encanta cómo está planteado todo!

Para mí fue muy triste tener que dejarlo INFIL. Pero encontré todo el apoyo y ayuda de Iñaki y mis compañeras.  Fue una decisión dura de tomar, ya que era muy feliz trabajando en INFIL, pero por cuestiones personales me tuve que ir a vivir fuera. ¡Creo que lo echo de menos todos los días!

Creo que INFIL tienen un proyecto valiente y que da mucha vida y oportunidades a alumnos que no tienen que desplazarse para aprender inglés. Además, el funcionamiento es prefecto, todas las piezas encajan gracias al gran equipo humano encabezado por Iñaki.

La relación con mis compañeros/as ha sido siempre excelente. Desde el primer minuto he encontrado grandes profesionales y personas dispuestas a ayudarme y facilitarme las cosas. Gracias a INFIL he conocido personas maravillosas con las que sigo y seguiré teniendo contacto, porque formábamos una «pequeña familia». Tengo que destacar el trabajo y disponibilidad incondicional de Lucía, nuestra jefa de estudios. ¡Siempre está en todo! 

Siempre he dicho que Iñaki es el mejor jefe que he tenido en mi vida (y he tenido ya unos cuantos). Si INFIL funciona como funciona y no deja de crecer, es gracias él. Su enorme empatía y su calidad humana hacen las cosas muy fáciles a todos. Siempre piensa en los demás antes de pensar en sí mismo o en los intereses de la empresa y creo que eso hoy en día se puede encontrar en muy pocos sitios. En mi caso, le estaré eternamente agradecida por darme la oportunidad de trabajar en INFIL. 

Creo que los alumnos/as de INFIL son otro de los puntos fuertes de INFIL. Siempre venían con muchas ganas de aprender y lo conseguían, gracias a su esfuerzo y al  organizadísimo sistema con el que trabaja INFIL. 

GRACIAS a todos. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.

Rocío Sánchez (profesora en INFIL en los años 2015-16 y en el 2018) comenta:

Conocí INFIL a través de la web y de una amiga.

INFIL ha sido mi primer trabajo y ha sido excepcional para coger experiencia, la confianza depositada es de agradecer.

Mi primera impresión fue buena, y entre compañeras siempre nos hemos echado una mano, la relación ha sido muy satisfactoria.

Cuando dejé INFIL, sentí pena por dejar a los alumnos, que se les coge mucho cariño y se echa de menos el ambiente de trabajo y a las compañeras.

Dejé de trabajar en INFIL por diversas razones: personales, de estudios, trabajo e incompatibilidad de horarios.

Considero necesario que haya clases de inglés en la provincia, es decir, en los pueblos, y no solo en la ciudad. Creo que es una muy buena oportunidad para que toda la gente pueda acceder a ello y sin tener que desplazarse a la ciudad, que ciertamente para muchos es un problema, por lo que en mi opinión se valora bastante bien.

La relación con compañeras/os, en general, ha sido buena y cordial. Con la jefa de estudios muy buena también, estaba disponible para resolver dudas que pudiéramos tener y echarnos una mano.

Con el director la relación buena también y buena disponibilidad, nos ha escuchado con los diversos problemillas que pudiéramos tener y nos animaba a continuar, muy alentador.

Además es muy cercano a nivel personal.

Creo que los alumnos aprovechan las clases y aprenden, se lo pasan bien, juegan… Creo que es importante que los niños se diviertan en las clases para que quieran seguir yendo y así les resulta mucho más sencillo adquirir nuevos conocimientos.

Gracias por la oportunidad y la amabilidad mostrada en este tiempo.

Iain Candlish (profesor en INFIL en el curso 2015-16) comenta:

Conocí INFIL a través de la plataforma universitaria de empleo de la USAL.

INFIL me dio la oportunidad de seguir formándome en el ámbito de la educación y trabajar en un equipo dedicado a la enseñanza del inglés. Fue una oportunidad de poner en práctica todo lo que estaba aprendiendo en el máster, a la vez serviendo como una ayuda económica para complementar mis estudios.

Quedé con Iñaki antes de empezar a trabajar para hablar de las posibilidades y horas del trabajo. La verdad es que me quedé impresionado con él y todo lo que pretendía y sigue pretendiendo hacer con INFIL.

Me dio pena marcharme porque me había acostumbrado a la ética de la empresa, tenía buenas relaciones con el profesorado y las clases con mis alumnos ¡las disfrutaba mucho!

El curso se acabó y no tenía muy claro qué iba a hacer el curso siguiente – si iba a quedarme en Salamanca o trasladarme a otro sitio.

Considero que el proyecto de INFIL es único y muy importante en la provincia, porque da la oportunidad a mucha gente en pueblos cercanos de aprender y formarse aun más en inglés.

Mi relación con los compañeros/as fue genial. Todos mis compañeros me ayudaron cuando lo necesitaba y me hicieron sentir como uno más del equipo. 

¿Con el director? ¡¡¡También genial! En mi opinión, es muy importante que un director sea accesible y cercano a los empleados. Su carácter y entusiasmo por el proyecto no tiene antecedentes.  

Durante mi tiempo en INFIL daba clases tanto a adultos como niños y todos querían aprender y mejorar su nivel de inglés. Creo que esa motivación es fundamental para que todos puedan seguir adelante con sus estudios.

Solo quiero agradecer a Iñaki por darme la oportunidad de trabajar en y ser parte del proyecto de INFIL. ¡Espero que siga creciendo y teniendo éxito en los años venideros!.

Esther Grijalba (profesora en INFIL en los años 2014 al 2016) comenta:

Conocí INFIL a través de un anuncio en prensa, concretamente por la promoción que se hacía del Summer Camp, que sin duda es una de las actividades más fascinantes que ofrece.

Durante mi etapa en INFIL he aprendido cómo desde la humildad y con un increíble equipo humano se puede llegar a conseguir objetivos ambiciosos, la cercanía de todos los miembros que forman la familia INFIL con el alumnado y sus familias, hace posible que lo que podría ser interpretado por los alumnos como una prolongación del horario escolar se convierta en una actividad amena y dirigida a un aprendizaje constante sin que suponga para los chicos INFIL una carga extra.

El formato que ofrece INFIL es un método emprendedor que consigue fantásticos resultados en el alumnado .

INFIL es una empresa que abre puertas a nuevos horizontes, genera importantes expectativas de progreso y superación tanto para el equipo de profesores como para el alumnado.

Desde un absoluto agradecimiento por haberme dado esa oportunidad, recomiendo su método a todos aquellos que quieran empezar o continuar con el maravilloso mundo de aprender disfrutando con el inglés. Un saludo, ESTHER.

Paula Rodríguez (profesora en INFIL en los años 2014 al 2016 y volvió en el 2017 hasta el 2021) comenta:

Vivo en Villares de la Reina y conocí INFIL pasando por delante de la oficina.

Mi trabajo como profesora en INFIL supuso mi primera experiencia laboral real. Además de servirme para aprender muchas cosas a la hora de dar clases de inglés a grupos muy diversos, me ayudó a darme cuenta de que esta profesión es la adecuada para mí y me animó a continuar con la formación en ese ámbito.

Desde el principio, INFIL me pareció una empresa muy formal y en la que se ofrece mucho apoyo a los trabajadores, cosa fundamental especialmente al principio. Desde el primer momento me sentí muy bien recibida y motivada.

Me fui de INFIL porque decidí mudarme al Reino Unido a ampliar mis horizontes. Cuando me marché de INFIL, me sentí mucho más preparada para afrontar mi futuro profesional y me sentí muy apoyada en mi decisión de abandonar la academia. Además, también sentí que sería recibida con los brazos abiertos si decidiese volver a trabajar allí.

Creo que es un proyecto muy interesante que hace mucho por los alumnos de la provincia. Desde mi punto de vista, resulta muy interesante que un proyecto tan establecido siga ampliando y dando la posibilidad a más alumnos de aprovecharse de sus beneficios.

La relación con mis compañeros/as fue muy buena. Aprovechando los viajes en coche a los distintos pueblos, se forjaron buenas amistades.

Con el director la relación también fue muy buena. Iñaki es muy consciente de los distintos problemas a los que podemos tener que enfrentarnos y es el primero en ofrecernos su apoyo cuando lo necesitamos. Además, se nota que es un proyecto que le apasiona, por las horas que le dedica, lo cual se contagia a los trabajadores.

Creo que el formato de trabajo de INFIL es muy adecuado, puesto que los alumnos aprovechan mucho las clases, lo que les beneficia mucho. En prácticamente todos los alumnos se nota una mejora, en mayor o menor medida, si se compara el nivel a principio y a final de curso. Además disfrutan mucho de las clases.

Creo que INFIL es un lugar ideal para comenzar la carrera como profesor de inglés y, personalmente, estoy muy agradecida a Iñaki por ofrecerme mi primer puesto de trabajo real.. 

Sofía Lee Park (profesora en INFIL en los años 2015 y 2016) comenta:

Conocí INFIL a través de la recomendación de una profesora de la universidad. 

Mi experiencia ha sido muy gratificante, tanto en el terreno profesional como personal.

Profesionalmente he podido trabajar con diferentes niveles, perfiles, recursos y metodología. 

En el ámbito personal me ha ayudado a conocer diferentes áreas, aprender de otras personas y con la inquietud de saber y alcanzar el éxito. 

Mi primera impresión fue de entusiasmo y curiosidad;  la organización al detalle de las actividades, la logística y la gran cantidad de recursos que disponía.

Tuve que dejar INFIL por otros proyectos y no fue una decisión fácil. Me llevo muy buenos recuerdos y una gran experiencia que nunca olvidaré.

La relación con el equipo y el director ha sido muy profesional y seria, siempre en un ambiente agradable donde compartíamos experiencias e ideas. El director siempre hacía todo lo posible para que nos sintiéramos cómodos y solucionaba cualquier problema. Valoraba el trabajo, el esfuerzo y la dedicación para que todo saliera a la perfección.

Los alumnos no solo progresan y aprenden, sino que también disfrutan y aprecian todo el trabajo.

Siempre estaré muy agradecida por haber podido formar parte de INFIL. 

Una vez más, muchas gracias a todos por todo. Espero que siga por muchos años más..

Ana Marcos (profesora en INFIL desde 2012 a 2015) comenta:

Conocí INFIL a través de Iñaki, que me contó la gran labor que llevan a cabo y me encantó el proyecto.

INFIL lo supuso todo para mí. Me dio la oportunidad de tener mi primera experiencia laboral como profesora. Gracias a ella aprendí muchísimo, lo cual me ha ayudado a formarme y crecer como profesora y como persona con los valores que transmite.

La primera impresión de INFIL fue muy buena en todos los sentidos: organización, seriedad, materiales, proyectos,… y mucha ilusión por formar parte de INFIL.

Dejar INFIL fue una de las decisiones que más me ha costado tomar a lo largo de mi vida. Dejar atrás 3 años compartidos con personas encantadoras y con unos alumnos a los que sigo echando de menos. Tuve una oportunidad de irme al extranjero que no pude dejar escapar y por eso dejé INFIL.

A día de hoy considero que no existe un proyecto igual al de INFIL. Cumple una labor increíble dando a los pueblos experiencias y formación que muchos no podrían descubrir sin la ayuda de INFIL.

La relación ha sido muy buena con todos/as los profesores/as, son una gran familia.

Con el director siempre ha habido muy buena relación. Iñaki me dio la oportunidad más difícil de encontrar, la primera, algo por lo que siempre estaré agradecida y encantada de seguir ayudando a INFIL cuando sea necesario.

Los alumnos de INFIL son brillantes y estoy segura de que aprenden día en día gracias a todos los recursos que les ofrecen las clases que reciben.

Espero que INFIL siga creciendo por toda la provincia de Salamanca. ¡Gracias por tanto!.

Nieves Fuentes (profesora en los años 2012 a 2016) comenta:

Conocí INFIL a través de un anuncio de una oferta de trabajo.

Los años que he pasado en INFIL han sido una gran experiencia, en la que he aprendido mucho y he crecido tanto a nivel personal como profesional.

Mi primera impresión de INFIL fue que estaba todo muy bien organizado.

Al dejar INFIL sabía que echaría de menos el día a día que he vivido durante los años trabajados aquí.

Creo que el proyecto de INFIL en la provincia de Salamanca tiene un papel muy importante al acercar a los diferentes municipios la posibilidad de aprender idiomas del mismo modo que se hace en la ciudad y en grandes municipios donde hay Escuela Oficial de Idiomas.

Con el director he tenido una buena y cercana relación y mi relación con la jefa de estudios y mis compañeros fue también buena. Me parece que el director de INFIL sabe escuchar y valorar todas las opiniones y que luego las tiene en cuenta. Además, siempre nos ha hecho ver que le importa que estemos bien y nos apoya.

Los alumnos de INFIL tienen características y motivaciones muy variadas a la hora de aprender el idioma. Estos alumnos aprenden mucho y de forma divertida, ampliando los conocimientos del colegio y mejorando así sus resultados escolares.

Muchas gracias por todo, ha sido un placer trabajar en INFIL.

Arantza Lozano (profesora en INFIL en los años 2011 a 2014) comenta:

Conocí INFIL a través de una oferta de empleo en el tablón de anuncios de una facultad de la USAL.

A nivel laboral supuso una experiencia totalmente nueva, que me hizo conocer la satisfacción y la dificultad de la enseñanza desde un punto de vista distinto, a nivel económico fue una ayuda, y a nivel personal una etapa muy bonita en mi carrera, el trabajo con los niños, el cariño que al final se toma mutuamente.

Mi impresión sobre la empresa fue de seriedad y trabajo duro, desde el principio.

Mi impresión al dejar INFIL fue que acababa una muy buena experiencia, con muy buenos recuerdos de ella.

Dejé INFIL porque encontré un trabajo de jornada completa más relacionado con mis estudios.

El proyecto de INFIL en la provincia de Salamanca me parece una gran iniciativa, que tiene detrás un gran entusiasmo y esfuerzo por parte de todos.

El ambiente de trabajo era muy agradable y siempre he sentido el apoyo y respaldo de todos, en cualquier situación.

Mi relación con el director fue excelente. A nivel laboral es el primer empresario que conozco que no pone los intereses de la empresa por encima de las personas con las que trabaja, que tiene un gran sentido de la sensatez y la justicia, es minucioso, exigente y conoce y se preocupa de cada problema que pueda darse en las clases, además de ser el que mejor conoce este trabajo. Y a nivel personal es una gran persona y a quien siempre agradeceré la oportunidad de trabajar en este proyecto.

Los alumnos de INFIL aprenden mucho y, además, lo hacen con sus amigos y lo que es más importante: divirtiéndose.

Mª Carmen Martín García (profesora en INFIL en el curso 2015-16 y volvió en el curso 2019-20) comenta:

Conocí INFIL a través de Internet, en una búsqueda de campamentos de verano.

INFIL para mí fue un motor de desarrollo en todos los aspectos. Me permitió poner en práctica los conocimientos aprendidos en la carrera y, además, aprender nuevas formas de enseñanza.

Conocí a nuevas personas, nuevos compañeros e incluso nuevos lugares. Poder trabajar en la zona donde resido fue para mí una gran ventaja y es algo que tengo qe agradecer a Iñaki.

La primera impresión antes de formar parte de INFIL era de entusiasmo, dado que quería trabajar como maestra, profesión que adoro, y también curiosidad por saber cómo sería todo, desde quiénes serían mis compañeros y cómo se daría el curso, puesto que acababa de terminar la carrera de Magisterio.

Dejar INFIL para mí supuso una mezcla de sensaciones. Echaba de menos el prepararme las clases, el viajar a los pueblos, estar en clase y tener los correos de Iñaki y Lucia. 

El hecho de dejar INFIL para mí no lo considero un punto y a parte, lo considero una coma o un paréntesis en mi vida.

El proyecto que sigue INFIL es excelente. Permite acercar a alumnado de entornos rurales el inglés sin necesidad de que se desplacen a la capital. Además, cuentas con los mismos recursos que allí se encontrarían.

Excelente relación con mis compañeras. Además, tengo que hacer mención a Lucía por su dedicación y organización para que todo fuera bien.

Al igual que con el resto de compañeras, mi relación con Iñaki fue muy buena. Desde el primer día se interesó en saber cómo iba todo y cualquier cosa que necesitaba siempre estaba ahí.

Los alumnos de INFIL están interesados y motivados por aprender. Pude ver muchos avances y como maestra eso es una alegría.

Almudena García (profesora en INFIL en los años 2012, 2013 y 2014) comenta:

Conocí INFIL a través de un folleto de publicidad sobre los cursos de inglés que se iban a impartir por primera vez en Castellanos de Moriscos.

A nivel laboral y profesional, INFIL fue una gran experiencia, ya que el trato con los alumnos era muy cercano. Asimismo, fue  una gran etapa profesional porque aprendí muchísimo. Los grupos son muy reducidos y eso hace que haya un vínculo muy estrecho con los alumnos. Además, es una oportunidad extraordinaria para que los niños adquieran la competencia comunicativa en el idioma. Se pueden realizar actividades y proyectos con ellos muy lúdicos y motivadores.

A nivel personal, el compañerismo entre profesoras y la ayuda y comprensión del director y la jefa de estudios está presente en todo momento.

Mi primera impresión fue muy buena. Hay que destacar la organización, la gran cantidad de recursos y material que teníamos en la oficina para utilizar en el aula y el poder compartir ideas y actividades con otras profesoras. También me llamó la atención que se valora mucho al alumno, puesto que los grupos son muy reducidos y hay una preocupación por su aprendizaje. No prima el factor económico que hay en otras empresas de clases extraescolares en las que cuantos más niños se apunten mejor. En INFIL importa más la calidad de la enseñanza.

Me dio mucha pena dejar INFIL, ya que estaba muy contenta con mis grupos. Dejé INFIL porque me tuve que mudar a otra ciudad.

Valoro muy positivamente el trabajo y la labor de INFIL, ya que creo que es una gran idea llevar el aprendizaje del inglés a la provincia de Salamanca.

Con el director también hubo muy buena relación. Ante cualquier problema siempre estaba dispuesto a escuchar y ayudar. Asimismo, fue muy comprensivo cuando tuve que dejar la empresa.

Los alumnos de INFIL están muy motivados y muestran mucho interés. Son muy participativos en las actividades. Al ser grupos tan reducidos, se aclaran dudas rápidamente y pueden mejorar su fluidez, pronunciación y sobre todo perder la “vergüenza” a la hora de expresarse en inglés gracias a su metodología activa y dinámica.

Mónica Hidalgo (profesora en INFIL en el curso 2012-12 y volvió en los años 2016 a 2018) comenta:

Conocí INFIL por su oficina en Villares de la Reina, municipio al que pertenezco.

Para mí INFIL fue la oportunidad que necesitaba para trabajar en lo que más me gusta, la enseñanza de idiomas. Estaré eternamente agradecida a INFIL por confiar en mí y por valorarme tanto cuando estuve trabajando con ellos. Conocí a gente extraordinaria y a grandes profesionales que le ponen todo su amor a la enseñanza. A nivel laboral, siempre tuve la sensación de ser valorada y tratada con honestidad y justicia.

Recuerdo que ya en la primera entrevista tuve la sensación de tranquilidad que da el hecho de ver que está todo tan organizado al detalle. Como todo el equipo humano de INFIL hace que toda la maquinaria esté al día y funcione a la perfección.

Me dio una pena terrible dejar un trabajo en el que se me valoraba y del que de verdad disfrutaba. Todos los trabajadores de INFIL son encantadores, y me llevo muy buenas sensaciones.

Lo dejé porque me surgió la oportunidad de irme a estudiar un Máster a Texas en Estados Unidos y no la podía dejar pasar. Cuando lo acabe y vuelva a España me encantaría algún día poder volver a trabajar en INFIL.

Creo que INFIL hace una labor fantástica en Salamanca y la prueba son sus grupos de alumnos, la motivación que tienen y su capacidad de aprendizaje. Sin duda el tener un sistema tan organizado da resultados estupendos.

Mi relación con las compañeras y con Lucía, la jefe de estudios, fue estupenda, no tengo más que palabras positivas. Una de las cosas más potentes que tiene INFIL, en mi opinión, es su equipo humano. Con Iñaki, el director, tuve un trato estupendo también. Es una gran profesional y admiro su capacidad para mantener un proyecto de gran calidad y ampliarlo cada día.

Echo mucho de menos a mis alumnos y desde Texas les mando un beso enorme a todos por si leen esto. Creo que el sistema de INFIL favorece mucho el aprendizaje y lo hace de un modo motivador y entretenido. El tiempo que estuve trabajando en INFIL sentí de verdad que el método funcionaba. El hecho de tener grupos de alumnos tan consistentes, pero que a la vez permiten la entrada de alumnos nuevos y su rápida adaptación, hace que los estudiantes disfruten y aprendan cada día.

Solo añadir que habiendo estado dentro de este proyecto puedo decir que recomiendo a cualquier persona que le de la oportunidad a INFIL de demostrarle que funciona, porque no se va a arrepentir. Espero que los campamentos de verano, al igual que INFIL, vayan cada día a más, porque también me parecen una opción estupenda para el verano y un proyecto diferente y motivador. Gracias a todos por hacerme disfrutar y aprender tanto en INFIL.

¡Saludos a mis alumnos y a los maravillosos profesores! ¡Nos vemos pronto!.

Araceli Alemán (profesora en INFIL en el curso 2008-09) comenta:

Conocí INFIL a través de Infojobs. 

Antes de empezar a trabajar, me llamó mucho la atención el proyecto de INFIL. Me parece un proyecto precioso, una manera de ayudar y aportar una enseñanza fundamental para los niños. Debe de ser un orgullo haber tenido una iniciativa semejante.

A nivel económico, INFIL me ayudó a costearme parcialmente mi estancia en Salamanca mientras estudiaba la Licenciatura de Traducción e Interpretación en la universidad. A nivel personal y profesional, INFIL me dio mi primera oportunidad de trabajar como profesora, esa primera oportunidad tan difícil de conseguir. Gracias a esta experiencia me di cuenta de lo mucho que me gusta enseñar y de lo bonito que es ser profesora. Siempre les estaré agradecida por confiar en mí y brindarme ese primer impulso en el ámbito de la enseñanza.

Me dio mucha pena despedirme de todos mis alumnos. Me decían que me iban a echar mucho de menos y yo me sigo acordando mucho de ellos aunque hayan pasado muchos años. A nivel laboral, me dio pena también dejar INFIL, puesto que aprendí mucho y me fui con la sensación de que podía haber aprendido mucho más si hubiera podido seguir. Al terminar la carrera, necesitaba un trabajo a jornada completa, por lo que dejé Salamanca y me trasladé a Madrid.

Me parece importantísimo el servicio que ofrece INFIL, dado que muchos niños tienen la oportunidad de reforzar y mejorar su nivel de inglés, un idioma fundamental para su futuro. INFIL no sólo ofrece este servicio sin necesidad de desplazamientos, sino que lo hace a un precio más que asequible. Como decía antes, me parece una idea buenísima.

El ambiente en INFIL es bastante distendido, todos opinamos y aportamos nuestras ideas en la medida de lo posible, lo cual se agradece.

Yo me lo pasé genial con los chicos. Tanto en Villares de la Reina como en Carbajosa de la Sagrada, me encontré con unos alumnos a los que pude enseñar inglés, pero ellos me enseñaron muchas cosas más. Me regalaron una tarjetita por Navidad (que aún conservo), me daban su opinión sobre las clases, aportaban ideas, traían cuentos para leer (en inglés, claro)… Son geniales y, aunque suene a tópico, son los mejores maestros.

Quiero felicitar a INFIL por todos los años que lleva desarrollando sus proyectos. Espero que cumplan muchísimos más y que sigan creciendo, porque sé que los comienzos son siempre duros, pero han dejado claro que todo es posible con ilusión, constancia y esfuerzo. Muchas gracias por la oportunidad que me brindaron, fue una experiencia inolvidable. ¡Enhorabuena!.

Vanessa Martín Crespo (profesora en INFIL en el curso 2011-12 y volvió en el curso 2013-14) comenta:

Conocí INFIL a través de un anuncio que había en la Universidad de Salamanca.

Mi primera impresión al entrar a trabajar en INFIL fue de emoción y nervios al mismo tiempo. No conocía a la gente pero me sentía con ganas de empezar un nuevo proyecto.

Profesionalmente, INFIL me ha aportado mucho porque me encontré muy arropada por mis compañeros y sentí que crecía cada día como profesora. Me gustó mucho cuando substituía a mis compañeras y tenía experiencias muy diferentes a las que estaba teniendo en mi lugar de trabajo (Terradillos).  A nivel laboral y económico, realmente me ha valido para saber lo que es tener mi primer trabajo y ver cómo poco a poco alimentaba mi sueño de ser profesora. A nivel personal, me sentí muy valorada en INFIL y pude comprobar que mis alumnos progresaban y entendían lo que yo intentaba transmitirles. En general, me ha parecido una experiencia muy enriquecedora e interesante tanto en lo personal como en lo profesional.

Dejé de dar clases en INFIL porque tenía que terminar otros proyectos. Me dio pena tener que dejarlo pero nunca he desechado volver, porque trabajar en INFIL me hacía sentir verdaderamente como la profesora que quiero ser. Sentí, sencillamente, que había aprendido mucho durante mi trayectoria en INFIL.

El proyecto de INFIL en la provincia de Salamanca me parece que está genial. Es una experiencia única para los pueblos de Salamanca. Por muy poco, recibes mucho.

Mi relación con los/as compañeros/as y con la jefe de estudios fue muy buena. Prácticamente estábamos en contacto todos los días y nos ayudábamos mutuamente. Con el director, la relación era excelente, muy cercana.

Creo que los alumnos de INFIL aprenden inglés con un método que se va adaptado a las necesidades del alumno y yo creo que satisface las necesidades y expectativas del alumno. Los alumnos por lo general, ven que su inglés mejora y adquieren una gran cantidad de vocabulario y de conocimiento de la lengua en cuanto a las cuatro destrezas básicas (Escribir, Leer, Escuchar y Hablar).

Recomiendo estudiar en INFIL a todo el mundo porque de verdad que vale la pena. Se aprende un montón, con métodos muy dinámicos e innovadores. Como profesor/a te aporta mucho; te sientes mejor docente y que eres capaz de transmitir todos tus conocimientos de una manera entretenida, activa y sobre todo, adaptada a las necesidades de los alumnos.

Noa Benito (profesora en INFIL de 2004 a 2007) comenta:

Conocí INFIL directamente a través de Iñaki Tirapu, quien me planteó su proyecto y me pareció interesante y una buena oportunidad laboral.

A nivel laboral y profesional, INFIL supuso uno de mis primeros trabajos. Aprendí a desenvolverme mejor dando clases de inglés, pues hasta el momento, había impartido fundamentalmente clases de español para extranjeros. Conocí a chicos y  chicas agradables y me enseñó que hay alternativas didácticas interesantes para la enseñanza de idiomas al margen de las habituales clases que se imparten en centros educativos reglados.

Yo fui una de las primeras personas en trabajar en INFIL, de modo que todo era bastante nuevo, pero había ilusión y muchas ganas.

Al dejar INFIL, pude comprobar que el proyecto se había desarrollado mucho y bien, con una buena acogida y que habíamos conseguido hacer un buen trabajo y consolidar el proyecto en poco tiempo. Dejé de trabajar en INFIL porque tuve que trasladarme a otra ciudad.

El proyecto de INFIL en la provincia de Salamanca es innovador y creativo. Me demostró que hay gente con ganas de hacer algo distinto y de ofrecer trabajo a otras personas a través de un proyecto cultural e interesante.

Mi relación con mis compañeros/as y con la jefe de estudios fue siempre excelente y también con Iñaki, más que un jefe es un amigo y orienta a sus profesores y les ayuda cuando estos lo necesitan.

En general, pienso que los alumnos/as de INFIL son chicos agradables y participativos. Algunos vienen con muchas ganas y hacen la experiencia aún más enriquecedora. Guardo muy buen recuerdo de todos.

INFIL fue una idea que surgió de la total vocación docente de una persona que creía y cree que la enseñanza de idiomas y el aprendizaje del los mismos está al alcance de todos, solamente se necesita ilusión y ganas de trabajar.

Mercedes García Lledó (profesora en INFIL en los cursos 2009-10 y 2011-12) comenta:

Conocí INFIL a través de una página de empleo de Internet. Lo que me dio la confianza suficiente para enviar mi CV a la empresa fue que, al contrario que otras muchas, estaba “al día” (con página web, información sobre cursos y profesores, contacto, etc.).

Desde el principio me di cuenta de que todo estaba perfectamente organizado, que no se dejaba nada al azar y que al profesorado se le exigían una serie de responsabilidades muy concretas (puntualidad, organización, etc.) para que todo siguiera saliendo bien.

INFIL supuso, ni más ni menos, mi primera experiencia laboral. Significó mucho para mí que contaran conmigo desde un principio para todo un curso académico. INFIL me dio confianza en mí misma y en mis capacidades.

Tuve que dejar de trabajar en INFIL en 2010 porque al año siguiente me iba de Erasmus. Al volver trabajé de nuevo para INFIL un curso más y, acabado ese segundo año, no continué con el objetivo de centrarme en mis estudios.

Me fui de INFIL con la impresión de haber sido muy afortunada al haber tenido la oportunidad de trabajar con ellos. La confianza depositada hizo que después de un año volviera a la empresa de nuevo para volver a trabajar otro curso más.

Mi relación con Lucía y los profesores fue genial. Son un encanto. Todo el mundo tenía mucha motivación y ganas de que todo saliera siempre lo mejor posible. Con Iñaki tuve también una buenísima relación, le admiro como profesional y como persona por sus proyectos y determinación.

El proyecto de INFIL en Salamanca me parece una idea increíblemente acertada.

Los alumnos de INFIL aprenden lo ideal para la etapa académica en la que están. Compaginando INFIL con las clases del colegio, los alumnos se hacen una idea más amplia de cómo y para qué se utiliza el inglés. Tener más de una perspectiva (profesor) es muy importante para aprender.

Deseo mucha suerte a INFIL, por todo el esfuerzo y dedicación.

Laura Varela (profesora en INFIL en el curso 2011-12) comenta:

Conocí INFIL por medio de un anuncio en el servicio de empleo de la Universidad de Salamanca. A las pocas horas de enviar mi CV Iñaki, el director del centro, ya me había respondido y dos días después hice la entrevista de trabajo.

Desde un primer momento Iñaki, me transmitió mucha confianza, cercanía, entusiasmo por hacer las cosas bien y pasión por la enseñanza, cualidades que corroboré día tras día durante el año que trabajé en INFIL. Lucía, la jefa de estudios, es otra excelente profesional, siempre atenta a las necesidades de alumnos, padres y profesores. Mi relación con ellos, así como con el resto de profesores con los que compartí el año académico, fue muy buena. Se respira muy buen ambiente, compañerismo y ganas de trabajar pensando en lo mejor para los alumnos, lo cual se refleja de manera muy positiva en las clases, porque cuando te encuentras a gusto en tu trabajo, los resultados siempre van a ser óptimos.

Desde mi punto de vista, el proyecto de INFIL es muy interesante y enriquecedor por diferentes motivos. En primer lugar, porque su objetivo es acercar la enseñanza del inglés a niños, adolescentes y adultos de la provincia de Salamanca a quienes, de otro modo, les podría resultar complicado asistir a una escuela de idiomas. En segundo lugar, porque el método de enseñanza está muy bien pensado para que los alumnos saquen el mayor partido de las clases (tanto los más pequeños, como los que se encuentran en niveles más altos), procurando practicar todas las destrezas (escrita, oral, escucha y lectura) en todas las clases de una manera comunicativa y entretenida. Asimismo, al tratarse de grupos pequeños, se consigue que el trato entre alumno y profesor sea muy cercano y se pueda atender y responder de manera efectiva a las necesidades de cada alumno.

Finalmente, me gustaría destacar la magnífica organización que hay detrás de todo y sin la cual no sería posible el buen funcionamiento del proyecto. Sin duda, guardo un excelente recuerdo de mi año docente en INFIL, tanto de mis compañeros como de mis alumnos, de los que me acuerdo muchas veces y por los que sigo preguntando a menudo.

Noelia Clavero (profesora en INFIL en los cursos 2009-10 y 2010-11) comenta:

Dejé mi currículum al ver la academia de INFIL en Villares, pensando que era solo eso, un centro de estudios en el pueblo, pero me encontré mucho más… 

Mi primera impresión fue muy buena. El centro en Villares es pequeño pero repleto de recursos, con aulas dotadas de todo lo necesario y una biblioteca impresionante, por lo que tuve muchas ganas de comenzar a trabajar allí, y tras la entrevista, tuve una buena sensación. 

Sin duda, INFIL es el mejor sitio en el que he trabajado, he aprendido y he crecido como persona y profesora gracias a la buena organización y al trabajo en equipo. 

Dejé de trabajar en INFIL porque me mudé a Almería a causa del trabajo de mi pareja; de no haber sido así, no me hubiera planteado el buscar otro sitio en el que trabajar en Salamanca.

Sentí pena al irme, como que todo lo que había progresado en dos años, en un momento, desaparecía, pero me llevé gratificantes experiencias. Estaba muy a gusto, sobre todo, el último año trabajando en Guijuelo y Carbajosa. Ya conocía a los profesores/as y se creó muy buen ambiente tanto en INFIL como en el centro cultural de Guijuelo. 

Creo que en INFIL se sigue un método educativo muy competente, que integra las diferentes destrezas del idioma impartidas de un modo lúdico y dinámico.

Mi relación con el resto de profesores/a fue perfecta. El ambiente de colaboración y unión entre los compañeros ha sido inigualable. Y en cuanto a la jefa de estudios (Lucía), hacía un seguimiento muy profesional de nuestras clases, a la vez que nos ayudaba siempre que lo necesitábamos, mediante recursos y consejos prácticos.

Los/as alumnos/as están muy interesados/as en aprender. Sobre todo, en los casos en los que ya habían experimentado INFIL en años anteriores, se les notaba muy buena base en el idioma, que seguían las clases sin problema y que disfrutaban y estaban contentos con el método didáctico.

Para finalizar, creo que INFIL ha sido una escuela genial, no solo para los alumnos sino para los mismos profesores que hemos podido formar parte de este proyecto. Espero que sigáis creciendo como recompensa de vuestro esfuerzo y seguir recibiendo muy buenas noticias vuestras.. 

María Fidalgo (profesora en INFIL desde 2005 hasta 2010) comenta:

Conocí INFIL a través de un anuncio que vi en mi Facultad (Traducción e Interpretación) en la Universidad de Salamanca.

La primera impresión fue muy positiva. Iñaki me dio una buenísima impresión desde el primer momento y estaba segura de que trabajar con él iba a ser una aventura inolvidable.

INFIL supuso mi primera experiencia profesional como profesora de inglés y la verdad que fue una de las experiencias laborales más gratificantes que he tenido.

Me dio mucha pena irme porque estaba muy unida a mis alumnos pero, al terminar Traducción e Interpretación, me fui de Salamanca.

Me parece una idea genial el hecho de poder llevar las clases de inglés a los alumnos que viven en la provincia de Salamanca sin que tengan que desplazarse.

Mi relación con los/as compañeros/as y con la jefe de estudios fue muy, muy buena. Me acogieron estupendamente desde el principio y siempre me sentí muy a gusto con todos los profesores. Iñaki es una persona excepcional y siempre me apoyó y ayudó en todo lo que necesité.

Estaba encantada con todos mis alumnos. Tuve desde grupos de alumnos de 4 años hasta grupos de adultos de 60 años. Todos eran muy amables, sencillos, agradecidos y, sobre todo, con mucho interés por aprender.

Guardo muchos buenos recuerdos de los 4 años que estuve trabajando en INFIL. No tengo ninguna duda de que, si volviera a vivir en Salamanca, volvería a trabajar con el equipo de INFIL. Espero de verdad que todo les siga yendo muy bien.

Gloria Miguet (profesora en INFIL en el curso 2005-2006) comenta:

Conocí INFIL gracias a una persona que estaba en contacto con Iñaki cuando empezaba a ser un nuevo emprendedor. Vi que él estaba ilusionado por empezar algo innovador por los pueblos ayudando a los niños a aprender el idioma que tanto les cuesta. Me parecía una idea genial y entonces empecé a formar parte de ese nuevo proyecto.

La verdad es que estuve muy a gusto tanto a nivel personal como profesional y laboral. Yo estuve en Calvarrasa de Abajo y tuve un grupo muy majo con los que se trabajaba muy bien.

Además, también tuve la oportunidad de poder aportar mis ideas para los demás compañeros, facilitando material de diferentes unidades didácticas. Yo aprendí muchas cosas tanto de mis compañeros como de mi “jefe” y espero que ellos de mí también.

 Me dio mucha pena marcharme de INFIL pero lo tuve que dejar porque acabé como profesora en diversos colegios públicos por la provincia de Salamanca.

Espero que este proyecto dure muchos años!!!!

Me alegro muchísimo que INFIL esté funcionando perfectamente!!! La verdad es que me acuerdo mucho de vosotros. El tiempo que estuve allí fue una experiencia inolvidable para mí. Un saludo y un abrazo fuerte.

Miguel Herrero (profesor en INFIL en el curso 2011-2012) comenta:

Conocí INFIL a través del servicio de búsqueda de empleo de la Universidad de Salamanca.

A nivel laboral y profesional fue una oportunidad de poder trabajar en lo que me gusta, en la enseñanza, con buenas condiciones económicas y salariales, con alumnos claramente motivados y con muy buen material.

Mi primera impresión antes de entrar a formar parte del equipo de profesores/as fue que INFIL era una empresa con unos objetivos claros, con un proyecto emprendedor, y con unos recursos envidiables.

Me dio pena dejar INFIL porque me trataban muy bien y estaba muy a gusto. Lo dejé porque quería establecerme en el extranjero.

Enseñar inglés en los pueblos de la provincia a grupos reducidos y bien estructurados con material de primera es un proyecto emprendedor y ambicioso y en INFIL saben desenvolverlo muy bien. Hay muy buen trato no solo con los alumnos y los profesores, sino también con los padres de las familias a los que ofrecen muchas facilidades. Además, enseñando inglés en grupos tan pequeños los alumnos aprenden mucho, tanto que son capaces de presentarse a los exámenes de Cambridge y superarlos sin problema. Creo que el método de INFIL es un método excelente para que los alumnos aprendan inglés. La mayoría tienen un nivel superior al que deberían tener por edad y, además, se divierten.

Mi relación con los/as compañeros/as, con la jefe de estudios y con el director fue excelente. Tanto mis compañeros como la jefa de estudios siempre han estado dispuestos a escuchar mis sugerencias y hemos tenido relación en el trabajo y fuera del trabajo. Iñaki es una persona excepcional que confía en su proyecto y que ofrece a los profesores muchas facilidades a la hora de trabajar. Es un placer trabajar con él.

Espero que INFIL siga desarrollando su labor durante mucho tiempo.

Jenifer Martín (profesora en INFIL en el curso 2010-2011) comenta:

Mi experiencia en INFIL tanto a nivel personal como profesional fue muy enriquecedora. Estuve trabajando en Carbajosa de la Sagrada durante un curso escolar y lo recuerdo con mucha añoranza…mis compañer@s, el buen ambiente que había entre nosotros y las clases con «mis» niñ@s que tanto me aportaron. Hoy en día me sigo dedicando a la enseñanza en el sector público pero, sin duda, mi paso por INFIL ha hecho que mi vocación crezca mucho más. Gracias a todos: Lucia (la jefa de estudios), a Noelia, Sandra, Iñaki y a mis grupos de chic@s!

¡GRACIAS POR DARME TANTO!.

Laura Egido (profesora en INFIL en el curso 2010-2011; volvió en el curso 2012-2014) comenta:

Conocí INFIL a través de una compañera de la universidad que ya trabajaba en la empresa. Ella fue la primera que me habló de la labor de INFIL a la hora de enseñar inglés, de su profesionalidad y del buen ambiente que había en la empresa.

Compaginé mi trabajo en INFIL con la finalización de mis estudios universitarios. Supuso para mi, además de la obvia ayuda económica, un gran reconocimiento de mi labor profesional.

Al dejar INFIL, sentí que dejaba atrás a una gran familia y que me sería muy difícil encontrar otro trabajo donde me sintiera tan a gusto realizando mi labor.

Dejé de dar clases en INFIL porque me fui a vivir al extranjero. Pero sin duda repetiría la experiencia sin pensarlo.

Creo que no hay otra empresa que lleve mejor la enseñanza dinámica del inglés de una forma tan divertida y fácil para sus usuarios en toda la provincia. Cabe destacar el esfuerzo por llevar este idioma a todos los rincones de Salamanca.

La relación con el resto de profesores fue muy buena, siempre intentando ayudar, dando ideas para hacer cosas nuevas y compartiendo experiencias.

La relación con el director de respeto, apoyo y reconocimiento facilita muchísimo nuestra labor y hace que queramos mejorar aún más.

Creo que los alumnos aprenden mucho, porque el ambiente es muy dinámico y distendido, nada que ver con las clases teóricas a las que están acostumbrados.

Siempre me he sentido reconocida, valorada  y respetada como profesora y trabajadora. Agradezco mucho la oportunidad de haber formado parte de INFIL.

Demelza Coco (profesora en INFIL en el curso 2006-2007), comenta:

Conocí INFIL a través de una página web (Infojobs).

INFIL supuso para mí un gran reto personal y laboral, además de una forma de encauzar mi vida profesional. Me sentí muy feliz al entrar a formar parte del equipo de profesores/as, a la vez que nerviosa puesto que era la primera vez que iba a tratar con niños fuera de lo que eran prácticas escolares.

Mi primera impresión fue muy buena (“me dio buen rollo”). Busqué información en internet para informarme un poco antes de realizar la entrevista y la idea me parecía innovadora y atractiva.

Dejé de trabajar en INFIL porque me ofrecieron un puesto de maestra en un colegio concertado de Salamanca. Sigo en él hasta la fecha pero… ¡quién sabe!, si esa otra oferta no se hubiera cruzado en mi camino, a lo mejor seguiría en INFIL. Mis sensaciones al marcharme fueron bastante contradictorias. Por un lado, era feliz, porque iba a trabajar en un colegio en la enseñanza reglada pero me daba pena dejar de hacer lo que estaba haciendo en INFIL. Me sentía satisfecha, contenta y muy motivada hacia la labor que hacía.

El proyecto de INFIL en la provincia de Salamanca es un proyecto innovador, con gente trabajadora y con ganas.

La relación con mis compañeros/as y la jefe de estudios fue muy buena. Con la persona con la que más traté fue con Víctor. Tengo que decir que desde el principio me acogió fenomenal. ¡No puedo decir nada malo de él!. Lucía se preocupaba mucho también por ponernos al día sobre material que podíamos usar y cualquier otra duda que nos surgiera. En cuanto al director, creo que es una persona con mucha empatía hacia los demás y con el que es muy fácil tratar. Es una persona, además, que transmite mucha tranquilidad y te hace sentir a gusto.

Creo que los alumnos/as de INFIL aprenden bastante. Además se hacen actividades atractivas y dinámicas, puesto que los grupos no son grandes.

Quiero felicitar a INFIL. El poder seguir con vuestra labor es el fruto de hacer las cosas tan bien. ¡Enhorabuena!.